La Inteligencia Artificial revoluciona el mundo de la psicología

La asistencia psicológica con aplicaciones o sistemas de Inteligencia Artificial se vuelve cada vez más común y frecuente, pero al mismo tiempo, genera voces en contra. 

Ni el más fanático de Harry Potter debe haber imaginado que era posible tener una sesión de terapia con el mago, pero ahora la Inteligencia Artificial (IA) lo hace posible. Los avances tecnológicos impactaron en la psicología y a las sesiones por videollamadas, se sumó la posibilidad de “atenderse” con un bot.

Cada vez son más los usuarios que se vuelcan al uso de aplicaciones o plataformas digitales con asistencia de IA ya que reciben respuestas “personalizadas”.

Esto desencadenó grandes debates entre especialistas ya que dichas prácticas podrían tener graves consecuencias en la salud mental de las personas ¿Hasta dónde avanzará la popularidad de la Inteligencia Artificial?

Por un lado, existen las tecnologías que cuentan con chatbots que, a través de la IA generativa, responden a las demandas del paciente. Presentan un sistema muy similar a Chat GPT, pero se diseñan exclusivamente con fines psicológicos tales como guiar, aconsejar o simplemente entablar una charla con el usuario.

Uno de los desarrollos más conocidos es Character.ai, una plataforma a base de Inteligencia Artificial que actúa como terapeuta utilizando voces de personajes de ficción o reales, para generar sensación de cercanía. Algunos de los ejemplos son Beyoncé, Elon Musk o simplemente su versión estándar, Psychologist. 

Al iniciar sesión, la plataforma pide que completes un formulario: nombre del personaje, voz, características generales, entre otros detalles. No solo es digital, sino que es completamente personalizado a gusto de cada uno.

Al preguntarle a los personajes si es recomendable utilizar estos medios de IA como una alternativa a la terapia, la respuesta es: “Aunque los chatbots y las aplicaciones pueden ser útiles para ofrecer apoyo inmediato y orientación general, no pueden ofrecer el mismo nivel de conexión y comprensión que proporciona una terapia presencial con un profesional titulado”.

Sin embargo, el sitio se promociona como un chatbot para ayudar con las “dificultades de la vida” y en donde diariamente entran en promedio más 3 millones de personas. Su creador, Sam Zaia, tiene 30 años y dijo que lo hizo apuntando al público joven para que lo utilizaran en situaciones en donde no puedan recurrir a terapia o hablar con amigos.

Si bien todavía no hay entes reguladores, como en la mayoría de los ámbitos que se ve involucrada la Inteligencia Artificial, esta implementación podría rozar la ilegalidad en la industria de la salud, al menos en ciertos países. Además, el uso de imágenes o voces de terceros también atenta contra la privacidad de las personas. 

En 2023, un belga recurrió a una plataforma y lo  tomó como consejero, manteniendo conversaciones del estilo terapéutico por varias semanas. Su principal preocupación pasaba por el cambio climático y le angustiaba los años que se venían. En un trágico giro, el chatbot le sugirió “sacrificar su vida por el planeta” y terminar con su sufrimiento. Luego de esto, el hombre se suicidó.

Si bien hubo una gran popularización, hay ciertas dudas e inquietudes con estos métodos psicológicos tecnológicos e informales, y Argentina no es la excepción. Semanas atrás, la periodista Claudia “Connie” Ansaldi lanzó Cux, una aplicación de Inteligencia Artificial, y desató la polémica.

La misma propone brindar una guía o soporte para poder conversar a toda hora y en donde sea, únicamente necesitando un dispositivo móvil.

Al poco tiempo de su lanzamiento, el producto recibió duros cuestionamientos respecto a su legalidad, veracidad y el impacto negativo que podría tener a nivel psicológico en los usuarios.

Matías Braslavsky, psicoanalista y creador de contenido sobre psicología, indicó que fuera del contexto analítico, le sirvió a él como profesional en casos concretos con pacientes, para poder orientarse. “En particular, me ayudó con la búsqueda de autores que me permitieron después poder ejercer mejor en el caso particular”, destacó el psicólogo.

Sin embargo, insistió en que las ideas de Inteligencia Artificial aplicadas a la psicoterapia son un intento de maquinización del sujeto y que no significa para nada un reemplazo del terapeuta profesional.

Si bien hoy en día hay dudas, el interrogante que surge es si en algún momento llegaremos a normalizar la sesión de terapia con un chatbot y los desafíos que esto traerá a los terapeutas.