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La cámara de un policía revela cómo un agente dispara a una mujer negra desarmada en su casa


La mujer no opuso resistencia a las indicaciones policiales y ella misma había llamado pidiendo ayuda por la presencia de alguien sospechosos en el exterior

Un vídeo de la cámara corporal de un oficial de policía publicado este lunes, ha mostrado como ocurrieron los hechos en el que una mujer negra ha muerto tras recibir tres impactos de bala, uno en la cabeza, por parte de un policía que había atendido su llamado al 911.

Un jurado de Illinois acusó la semana pasada al ex ayudante del sheriff del condado de Sangamon Sean Grayson, de 30 años y blanco, de los delitos de asesinato en primer grado, agresión agravada con arma de fuego y mala conducta oficial. El policía se ha declarado inocente de los cargos.

En el vídeo se confirma el relato de los fiscales sobre el momento tenso en el que Grayson le gritó a Sonya Massey desde el otro lado del mostrador para que dejara una olla con agua caliente. Posteriormente la amenazó con dispararle, Massey se agachó, se levantó brevemente y Grayson le disparó con su pistola.

Las autoridades informaron que Massey, de 36 años, había llamado al 911 para denunciar un presunto merodeador. En las imágenes se muestran a los dos agentes presentándose poco antes de la 01:00 de la madrugada del 6 de julio, en la casa de Springfield, a 322 kilómetros del suroeste de Chicago.

Primero caminaron alrededor de la casa y encontraron una camioneta negra con las ventanas rotas en el camino de entrada. Después Massey tardó tres minutos en abrir la puerta después de que los agentes llamaron, e inmediatamente dijo: “No me hagas daño”.

Parecía confundida mientras hablaban en la puerta, y ella repitió que necesitaba ayuda, hizo referencia a Dios y les dijo que no sabía quién era el dueño del auto.

Dentro de la casa, los agentes parecían exasperados mientras ella se sentaba en su sofá y revisaba su bolso mientras le pedían una identificación para completar un informe antes de irse. Entonces Grayson señaló una olla sobre una llama en la estufa. “No necesitamos un incendio mientras estemos aquí”, expresó.

Massey inmediatamente se levantó y se dirigió a la estufa, acercando la olla a un fregadero. Ella y Grayson rieron sobre la cacerola de “agua humeante” antes de que ella inesperadamente dijera: “Te voy a corregir en el nombre de Jesús”.

“Será mejor (palabrotas) que no o te juro por Dios que (palabrotas) te dispararé en la cara (palabrotas)”. Luego sacó su pistola de 9 mm y le exigió que dejara caer la olla.

Massey dijo: “Está bien, lo siento”. En las imágenes de la cámara corporal de Grayson, él le apuntó con su arma. Ella se agachó y levantó las manos. Grayson se encontraba en la sala de estar, frente a Massey y separado por un mostrador que dividía la sala de estar y la cocina.

Los fiscales han dicho que la separación entre ambos le permitía a Grayson una “distancia y cobertura relativa” entre éste y Massey con la olla de agua caliente.

Después de que Grayson le disparó, éste convenció a su compañero de no tomar un botiquín médico para salvarla. “Puedes ir a buscarlo, pero es un tiro en la cabeza“, dijo. “No hay nada que puedas hacer, hombre.” Y añadió: “¿Qué más hacemos? No voy a permitir agua hirviendo (palabrotas) en mi cara (palabrotas)”.

Al notar que Massey todavía respiraba, cedió y admitió que necesitaban el kit. El otro oficial dijo: “Al menos podemos intentar detener la hemorragia”.

Grayson le dijo a la policía que respondió en defensa: “Tenía agua caliente y vino hacia mí con agua hirviendo. Dijo que iba a corregirme en el nombre de Jesús y vino hacia mí con esa agua”.

Durante una conferencia de prensa este lunes por la tarde, el abogado de la familia, el abogado de derechos civiles Ben Crump, calificó de “falsa” la justificación “revisionista” de Grayson. “Necesitaba ayuda. No necesitaba una bala en la cara”, dijo Crump sobre Massey.

Cuando se le preguntó por qué Massey le dijo a Grayson: “Te corrijo en el nombre de Jesús”, Crump dijo que se encontraba en tratamiento por problemas de salud mental. Señaló que ella nombró a Dios desde el comienzo y pidió su Biblia después de que los agentes entraron.

Durante el funeral de Massey el viernes pasado Crump dijo que el vídeo, que él y su familia ya habían visto, “conmocionaría la conciencia de Estados Unidos”.

El padre de Massey, James Wilburn, exigió al sistema judicial del condado que sea completamente abierto en sus investigaciones,enjuiciamientos y transparente con el público. “La única vez que volveré a ver a mi bebé será cuando deje este mundo”, dijo Wilburn. “Y no quiero que nadie más en Estados Unidos se una a este sentimiento”.

Grayson, quien fue despedido la semana pasada, se encuentra detenido en la cárcel del condado de Sangamon sin derecho a fianza. Si es declarado culpable, enfrenta penas de prisión de 45 años a cadena perpetua por asesinato, de 6 a 30 años por agresión y de 2 a 5 años por mala conducta.

En un comunicado, el presidente Joe Biden dijo que él y la primera dama Jill Biden estaban orando por la familia de Massey “mientras enfrentan esta pérdida impensable y sin sentido”. “Cuando pedimos ayuda al 911, todos nosotros como estadounidenses -independientemente de quiénes seamos o dónde vivamos- deberíamos poder hacerlo sin temer por nuestras vidas“, dijo Biden. “La muerte de Sonya a manos de un oficial que atendió un llamado, nos recuerda con frecuencia que los afroamericanos enfrentan temores por su seguridad de una manera que muchos de nosotros no lo hacemos”.

La muerte de Massey es el último ejemplo de personas negras asesinadas por la policía en sus hogares en los últimos años.



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