Me siento sinceramente horrible al escribir esto, pero realmente no tengo nadie más con quien hablarlo sin que pueda hacerle daño a el. Yo (mujer de 24 años) y mi pareja (hombre de 35) llevamos 5 años juntos. Creo sinceramente que es y será el amor de mi vida y le debo cosas que jamás le podré pagar, pero la situación actual está acabando conmigo.

Cuando nos conocimos yo tenía apenas 19 años y el 30, empezamos una amistad que eventualmente llegó a más con forme hablábamos, trabajábamos juntos (nos conocimos por un proyecto artístico). Compartimos mucho sobre nuestro pasado, nuestra forma de ver el mundo y lo que queríamos en el futuro. Nos enamoramos profundamente y nunca he conocido felicidad igual. La cosa es que cuando empezamos el era diabético y yo no sabía mucho acerca de esta enfermedad, por lo que no me fijé en si se medicaba adecuadamente o no, sobre si comía lo que debía y en resumen si se cuidaba teniendo en cuenta su condición. Ya os adelanto que la respuesta es no. Conforme fui viviendo con el aprendía más he insistí en que retomara su medicación, retomara las vistas al medico y controlara su alimentación. Aunque empezó a hacerlo, eventualmente me empezó aponer escusas, decir que era su derecho elegir medicarse o no. Decía que nada de eso merecía la pena porque sus padres se habían cuidado toda la vida y aún así estaban enfermos, que si tenía que empeorar lo haría se medicase o no y que eso no iba a solucionar nada.

Daba igual cuantas veces los habláramos, solo conseguía que retomara la medicación por periodos cortos de tiempo y luego eventualmente la volvía a dejar. Eso, sumado a todo el descontrol medico de los años anteriores a conocernos ha provocado que en los últimos 4 años su salud empeorara muchísimo. Lo que era una diabetes se convirtió en una ceguera casi absoluta que solo le deja una visión de un 5% en un ojo y un 10% en otro, un deterioro en las piernas que se las ha teñido de negro, se las ha dejado tan sensibles que la ropa misma le causa heridas en ellas y se le infectan con muchísima facilidad, un edema generalizado por todo el cuerpo que le impide moverse bien y ni siquiera andar más de 15 min sin parar o coger peso con los brazos. También tienes problemas cardiacos y renales, migrañas y calambres por el cuerpo de improvisto que hace que grite muchísimo como si se fuera a morir cada vez que le da uno.

Esto ha cambiado muchísimo nuestra forma de vida y nuestros planes. Antes soñábamos con tener una casa y muchos muchos niños, teníamos nuestro proyecto de un negocio en conjunto y viajar. Ahora, si no estoy en la casa el no se puede duchar porque necesita mi ayuda para entrar y salir de la bañera la mayoría de los días. Hemos tenido problemas económicos graves porque por su salud el no puede trabajar y todo lo hemos tenido que mantener con mi sueldo hasta que después de un año y medio no pudimos más y tuvimos que dejar nuestro pisito para irnos a vivir con su madre porque el necesitaba cuidados constantes y no llegábamos a todos nuestros gastos. No ha sido nada fácil para ninguno de los dos, el empezó ha hablar del suicidio, de que todo esto no merecía la pena tanto sufrimiento y dolor. Lo hemos llevado al psicólogo y le detectaron una depresión severa, por lo que está con anti depresivos y pastillas para el dolor crónico.

A pesar de todo lo que cuento, ha sido en este tiempo el mejor hombre para mi. Yo tenía mis taras mentales y mis traumas y en este tiempo el me ha hecho mejor, más fuerte y lista, me ha brindado todo el amor y el cariño que he necesitado y más. Me ha ayudado a lograr mis metas (he montado un negocio hace pocos meses, me he sacado el carnet de conducir que me daba pánico absoluto, le he plantado cara a mis padres, me he vuelto más lista) y por todo ello lo amo muchísimo.

Pero la realidad es que hace mucho tiempo que se que nunca tendremos lo que soñamos. Nunca podremos vivir solos porque con el negocio solo de momento y hasta dentro de un tiempo largo que no se estabilice no dará dinero suficiente ni para casa, ni para niños si es que podemos hacer uno ya que parte de sus problemas ha afectado fuertemente tanto a nuestras relaciones intimas como a su fertilidad. No viajaremos, no vendrá a recogerme nunca del trabajo para ir a cenar porque no se puede mover, no nos despertaremos he iremos a la playa un domingo de verano. No jugará con nuestros hijos al futbol ni me cogerá en brazos justo después de decir si quiero el día de la boda para sacarme de la iglesia. Y por lo que dicen los médicos, no se siquiera si llegaremos a hacer 7 años juntos (recuerdo que en un mes hacemos 5) o si se morirá antes (son varias veces las que hemos salido corriendo para el hospital a llevarlo medio muerto y lo han salvado de milagro).

Y la verdad es que todo esto me tiene cansada en el sentido más literal de la palabra, no me quedan muchas fuerzas y cada día estoy más desanimada. Me ha pedido perdón muchas veces y que le deje, que sabe que está acabando conmigo, pero luego me dice que soy lo único verdaderamente bueno que ha tenido en su vida, lo único que merece la pena. Nunca me había planteado dejarle, pensaba quedarme con el hasta el final y no se, luego convertirme en una joven viuda amargada. Estaba decidida a ello, pero ha pasado algo que no podía esperar ni imaginar y que quiero dejar claro que no he buscado para nada.

En mi negocio he conocido a un hombre muy amable y simpático. Es una persona muy tierna, graciosa y tiene una personalidad que me gusta mucho. Además, me parece físicamente muy atractivo. Hemos intimado bastante porque se ha dado la posibilidad de hacer una colaboración entre mi negocio y él, que sería increíblemente buena para mi negocio. No ha pasado nada en absoluto, lo más intimo fue que después de ir a una especie de reunión/visita por el tema este de la colaboración como habíamos ido en su coche y estaba lejos y demás y el pagó la gasolina y todo, le invité a cenar para compensar. Nada super romántico, fuimos a por una papa asada y una hamburguesa. Aclarar que en un principio mi pareja también iba a venir pero se puso malo y no pudo. La cosa es que entre una y otra, he empezado a sentirme bien otra vez cuando estoy con el, sonrío mucho más y me hace reír bastante. No siento por el ni una milésima parte de lo que siento por mi pareja, como ya he dicho creo que es y será el amor de mi vida. Pero me hace pensar mucho esto que estoy experimentado. Me de dado cuenta que con las cosas como está con mi pareja me estoy muriendo por dentro y mis sueños y lo que quiero en mi vida también.

Y aquí mi pregunta, no voy a dejar a mi pareja por este chico, no es esa la intención. Como ya he dicho no es que me haya vuelto a enamorar. Lo que me pregunto es, ¿debería seguir con mi pareja aunque eso suponga renunciar a todo lo que he querido?¿debería dejarle cuando está tan mal y partirme el alma en ello para intentar vivir mi vida feliz?¿me lo perdonaré algún día si lo hago?

Solo quiero una opinión sincera, ver las cosas desde otro prisma. Muchas gracias por leerme hasta aquí.