[ESP] Eternidad 21: Planeta de Coillirian

Año 10.500.849.122. Ecos de un Coiliano.

"No era mas que un niño cuando ella llego a nuestro hogar, todos miramos hacia el cielo, sin poder apartar la mirada de una silueta, una silueta nunca antes vista, recuerdo pocos momento importantes de mi vida, pero ese momento… fue inolvidable."

Voces se escucharían por toda la ciudadela real de "Coilux", mi padre me levantaría de la cama a toda prisa.

"¡Keikes… keikes, levanta ahora, han llegado, no era un meteorito finalmente!"

Mi padre me quitaría mi sabana de un tirón, pero aun con todo el ruido decidi cerrar mis "soitus", no oiría nada… siempre me dijeron que era una falta de respeto cerrar mis canales auditivos cuando alguien me hablaba, pero mi padre… aveces berreaba mas que un animal salvaje siendo cazado con lanzas.

Era una mañana soleada, la gran roca del amanecer todavía no se había posado, era un día radiante, los soles de "Monia y Conaries" se posaban luciendo sus rayos sobre nosotros.

Era extraño, ya que así debía ser, pero tan pronto como el silencio volvió a mi habitación, una sombra cubrió nuestros longevos soles, con tantas molestias me dispuse a salir de mi habitación, me vestí con mis "tapa soitus", no me puse ni siquiera mis trapos que tapaban mi torso inferior y superior, mis "escamas hombrales" estaban al aire, nunca me avergoncé de mi cuerpo ante nadie.

Nada mas salir por la puerta para intentar volver a mi sesión de luz solar… Por "Manash"… que era eso…

Nunca había visto algo igual, un objeto ¿una aberración?… Que se supone que era eso, no era un meteorito, no era un fenómeno fue de nuestro entendimiento, había sido creado, creado por algo, pero no sabia definirlo con mis pobres palabras, tan pobres como mi entendimiento de mi propio mundo.

Mi padre estaba mirándola al lado de la puerta, estaba realmente asustado, nunca había visto a ese viejo con tal cara de horror, el estaba tan confundido y abrumado como lo estaba yo.

"¿Que "Falurios" es eso padre?"

Mi padre sin despegar su mirada de la nave diría:

"No lo se hijo… pero sea lo que sea esta vivo… mira, \señalaría con su dedo algo cerca del objeto* esos pequeños objetos se mueven en formaciones, demasiadas perfectas como para ser coincidencias naturales…"*

Este no dejaría de ver ese objeto de tal tamaño de nuestro sol, tal era su tamaño que las escasas "afuas" que nuestro planeta tenia se empezaron a mover haciendo olas gigantes que en cuestión de unos minutos se veían desde la lejanía debido a su gran altitud.

"¿Que hace la guarnición, porque no toma medidas, y si… y si esa….esa… cosa no viene en son de paz?"

No entendía que ocurría, en pocos minutos "Auyadores" de la legión junto a sus jinetes pasarían por las callejuelas de la gran pero muy apretada ciudad, todos gritarían a su paso una frase alertando a todo el mundo.

"¡Preparar vuestras raciones de la "treintana", esto es una alerta planetaria, esa cosa se acerca lentamente a nuestro planeta, todo el mundo al "Hoyo Amantino" lo antes posible, una vez cierre quedaran fuera!

No era de extrañar, esas estructuras se crearon hace tantas rotaciones que todavía es un milagro que no hubieran cedido por el paso del tiempo… esos señores de la guerra inútiles…

Mi padre se metió apresuradamente a la casa, yo me apoye en la puerta con cara de extrañez.

"Padre… llevas sin ir a tus rotaciones de cosecha desde hace 6… o 9 treintanas, la comida que queda era la que nos dio "Misai" la vecina"

Este me miraría mientras recogía sus trapos y los metía en mi manta de la cama, que había quedado en el suelo, después de recoger todo de forma abrupta vendría hacia a mi si me agarraría de las escamas Hombrales.

"Escúchame atentamente "Cabeza de taerch", no vamos a ir al hoyo Amantino…"

Empujaría a mi padre con odio, le miraría confundido, al borde de un ataque de ira por las palabras escuchadas.

"¡Tu eres un cabeza de Taerch viejo inútil! Que falurios dices padre, no sobreviviremos a la subida de las aufas, en dos rotaciones o mas estaremos muertos senil decrepito."

Mi padre se reincorporaría después de escucharme, con una mirada de enfado cogería de nuevo mi manta y las escasas pertenencias consigo y saldría por la puerta, dejando a la lejanía de la entrada aquel objeto en primer plano para mi vista.

Saldría de mi casa bajando las escaleras en forma de zigzag que descendía desde una altura considerable a la calle, siempre pensé que eran muy peligrosas, un vecino borracho se partió su cuello resbalando a mitad del camino, fue un día "extraño", en fin… los vecinos también habían optado "voluntariamente" a abandonar sus hogares.

Vería a mi padre a la lejanía de la calle al bajar las escaleras, ese viejo tozudo… lo pensé por unos segundos… aun siendo como era… no podría dejar a mi padre, era lo único que tenia.

Acabe siguiéndole por los callejones, hasta llegar a las puerta de la entrada de *"****Coilux"***, este seguía mirando hacia delante mientras igualaba su paso y continuábamos el paso sin parar, no lo tengo claro… pero estoy seguro que esbozo una breve sonrisa al verme de reojo, me esperaría de todo menos eso de el, no le he visto sonreír mas que por una buena jarra de "Mifas" fresca por la mañana.

"¿Y si no vamos al hoyo donde vamos?" Diría yo dubitativo.

El seguiría andando a mi paso, miraría hacia el horizonte, diría:

"Al otro lado de las arenas de los "Phasmatos", allí esta lo que buscamos hijo"

Le miraría extrañado, no preguntaría nada mas, seria la primera vez que veía un brillo en los ojos de mi padre… no lo había visto tan vivo desde que madre… bueno… no fue una vida fácil, pero por muchas "Feiteces" que soltara por su lengua… el había cuidado de mi hasta los días actuales, temía no saber que íbamos a descubrir al otro lado de ese arenal, pero mas me aterraba saber lo que residía en el.

Los soles se ocultaban al horizonte, eso pronunciaba la "oscurotenia", tal oscuridad… sin nada como el fuego para ayudarnos, no veríamos mas haya de nuestros pies, nos veía en el estomago de un "Phasmatos".

Mi padre y yo llegamos hasta una roca, ya habíamos avanzado mucho, casi a las puertas de las arenas, mi padre diría después de sentarse:

"Bueno hijo, es hora de acampar, espero que vengas con mucha hambre… mas de la que nunca hayas tenido."

Le diría sarcásticamente en respuesta:

"Si… sueles tener hambre cuando el gordo y inútil de tu padre se la pasa en cantinas bebiendo Mifas en vez de trayendo "cosechas", ¿te suena eso viejo? Era lo que traías a casa cuando hacías algo… sera posible… Refunfuñaría mientras sacaba una "luz de mitral."

Mi padre no respondería, sabia que no había dicho una sola mentira, pero se callaría a regañadientes, después de un rato de silencio de todo menos incomodo ya que no se habría paso entre tal enfado y tensión entre ambos, oímos algo nunca antes visto, con la oscurotenia ya pronunciándose, miles de luces aparecerían en la oscuridad al momento, las luces pronto se empezaron a materializar cada vez mas cerca… se veían como un obje-

Sin poder mediar mas palabras, un objeto se estrellaría enfrente nuestra, saldríamos expulsados varios metros atrás por la explosión, la arena habría "parado" la caída.

"¡Padre… \Se quejaría por el golpe y el dolor por unos segundos*… padre!"*

Mi padre estaría estrellado contra una colina al lado de la roca donde acampamos, su cabeza totalmente metida en la arena me haría difuminar la realidad creyendo lo peor, corrí desesperado hacia el, lo empece a empujar hasta sacarlo, costo debido a su peso relativamente alto, lo miraría de arriba abajo… estaría bien, tal y como cualquier rotación "post-cantina", pero estaba bien, sabia que estaba bien… era lo único que importaba en ese momento.

Después de recomponernos, fuimos a lo que una vez fue una roca… y a lo que una vez fue nuestro campamento, estaba todo destrozado, la Luz de Mitral habría quedado aniquilada, solo podíamos semi-ver gracias al fuego que salia de los alrededores de aquel objeto, me acerque con cuidado, según me iba acercando veía cada vez mas claro que no era un objeto de la madre "Asuis", cuando ya estaba llegando lentamente a la altura de la roca que nos había cubierto antes de esto, el objeto se abrió, como si de una puerta a lo desconocido se tratara, me cubrí con los restos de la roca, mire atrás buscando a mi padre, se había ocultado al otro lado de la colina con la que había tenido un encuentro "directo" escasos segundos atrás.

Miraría de nuevo al objeto, de este saldrían 4 esferas… ¿azules? No recuerdo con claridad, empezarían a lanzar unos rayos extraños que empezaría a moverse lentamente por toda la arena, parecía como si revisaran el lugar, los rayos llegarían hasta la roca, ante esto me oculte tanto como pude, acabando hundiéndome lo máximo posible en la arena, el rayo siguió mirando, la piedra, aunque alta y obstaculizadora del rayo, fue obviada cuando una de las bolas comenzaría a rodear esta para revisar toda su espalda, llegaría el peor momento, todavía lo recuerdo… el rayo empezó a acercarse a mi, rece a todo Dios que pudiera escucharme en mi cabeza… pero no sirvió, el esfera comenzaría a pitar, los rayos, de un color similar al azul se volverían de un color amarillento y empezarían a encenderse y apagarse.

Mientras me mantenía inmóvil pero totalmente bloqueado… algo paso, una roca impactaría directamente con la esfera, esta guiaría su atención hacia el ser que menos pensaría que haría tal estupidez en un intento de heroísmo.

"Criatura del mismísimo "Cernum"… ¡mírame… Si tienes que matar a alguien aquí tienes una masa de carne andante!"

Pocos segundos después de tal acto que ni el mayor "ilota" creería, unos pasos vendrían desde el otro lado de la roca, a gran velocidad se pararían a mi lado, antes de poder comprender lo que iba a pasar, una especie de luz dorada saldría desde mi derecha en dirección a mi padre, tumbándolo en el acto, de forma inminente, sin mediar un grito o palabra maldiciendo algo.

Sin pensarlo dos veces salí de la arena, antes de poder materializar con mis ojos tal extraño ser, un empujón y una lluvia de golpes se abrieron paso en mi olvidando por completo mi alrededor, después de unos segundos de golpes contra ese ser, por los cuales mis apéndices quedaron destrozados, empecé a correr hacia mi padre, antes de poder llegar… pude verlo…

Miles de objetos cayendo como si de una lluvia de rocas del cielo cayeran, todos eran iguales que el del ser extraño de mis espaldas, las esferas me rodearían y seguirían pitando, mientras estas comenzarían a hacer círculos amarillos a mi alrededor, antes de esperar a ver el resultado de esos círculos salir corriendo hacia mi padre… dándome cuenta de su desaparición, no estaba… yo… creí lo peor.

Comencé a llorar, mire a todos lados, empece a respirar cada vez mas fuerte… no podía moverme, mi mundo se desmoronaba mientras mi alrededor se convertía en luces y ruidos… si tan solo pudiera pedirle perdo-

Antes de poder terminal algo impacto contra mis espalda, tarándome de forma directa al suelo, no podía moverme, solo veía todo a mi alrededor… tenia tanto sueño… entonces, Ella apareció, todavía no se como describirlo, no se si fue un sueño, o si mi mente había sufrido algún daño… simplemente… era como si ya la hubiera visto antes… no sabia donde, ni como, solamente sabia que estaba ahí.

Antes de perder el conocimiento… creo recordarlo, pero no podría jurar si es cierto o no, Ella me hablo, se arrodillo a mi lado y con un pronunciar perfecto me hablo en… mi propia lengua.

"Todo esta bien… nos volveremos a ver… o no… quien sabe… pronto la luz saldrá y todo volverá a la normalidad… te lo prometo"

Recuerdo haber sido acariciado por Ella… Lo ultimo que recuerdo fue levantarme al día siguiente, en aquel lugar, mire a todos lados como pude mientras el sol azotaba mi cara sin piedad… mi padre estaba tumbado a mi lado… lagrimas, como nunca había soltado, comencé a llorar y a abrazarlo… ¿o lo aplaste?… eso daba igual en aquel instante, estaba vivo, este se levantaría se sopetón ante tal zarandeo incesante.

"¡Ya estoy despierto, iré a cosechar hoy pero deja de tocarme los Falurios!"

Me separaría, resoplaría al ver que estaba bien, como siempre, secaría mis lagrimas, antes de poder decir mas palabras desvié mi mirada a Coilux, ya que todavía se podría ver en el horizonte por que en la anterior rotación habíamos caminado hasta donde nos encontrábamos.

Un objeto gigante se encontraba encima de esta, los dos quedamos totalmente bloqueados ante tal colosal vista, se podía apreciar mas en detalle cosas de estos seres tan extraños, colores azules, dorados, el objeto era tan grande como la capital, las afuas volvían a la normalidad, como si nada hubiera pasado, el objeto de tal tamaño que nos había aterrorizado no estaba… tss… que iluso fui…

No pude dejar de pensar en Ella ¿Que era?… Todavía tengo sueños de aquel día… mas bien seria correcto decir que tuve por años estos interminables recuerdos, todo paso tan rápido tantas cosas, solo puedo decir bajo mi poco saber de todo lo que me rodea… que después de su llegada… nunca volvimos a ser los mismos.

Eternidad 21: La llegada | Continuara…

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