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Estoy a punto de casarme, pero necesito de ayuda.

Nuevo invento: Estoy a punto de casarme, pero necesito ayuda

Nuevo invento para novios: Estoy a punto de casarme, pero necesito ayuda

¿Estás a punto de casarte y te sientes abrumado por la cantidad de detalles que debes organizar? No te preocupes, ahora existe un nuevo invento que te ayudará a planificar tu boda de manera fácil y eficiente.

Características del nuevo invento

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Beneficios de utilizar este nuevo invento

  1. Ahorra tiempo y reduzca el estrés al organizar tu boda
  2. Mantén todos los detalles de la planificación en un solo lugar
  3. Obtén acceso a recursos valiosos y expertos en bodas
  4. Personaliza tu planificación según tus necesidades específicas
  5. Comparte información fácilmente con tu pareja y tus seres queridos

Con este nuevo invento, podrás disfrutar del proceso de planificación de tu boda sin sentirte abrumado. ¡No esperes más y prueba esta herramienta hoy mismo para hacer de tu gran día un evento inolvidable!

Nuevo invento para bodas
Más información sobre el nuevo invento para bodas

Hola, Redditors. Pido disculpas por cualquier error ortográfico, ya que el español no es mi lengua materna y no estoy seguro de si este es el lugar adecuado para publicar esto. Prepárense; la historia es larga.

Estoy a punto de casarme, pero no sé qué hacer, necesito su ayuda.

Yo (OP, 38) y mi novia, llamémosla María (35), nos conocimos en 2004/05 cuando fui a Argentina a visitar a mi madre, que vivía allí. Yo soy brasileño, ella es argentina, y teníamos 19 y 16 años respectivamente.

Vivíamos a unos 5000 km de distancia, lo que a esa edad hacía imposible cualquier relación. Al principio, vi nuestros encuentros como una nueva amistad, pero a María le gusté desde el primer día.

Nos mantuvimos en contacto a través del Messenger y dos años después María me invitó a su fiesta de egresso del colegio. Ella fue muy amable; conocí a parte de su familia, pero solo nos besamos al día siguiente en otra fiesta.

Fue un poco extraño porque ella parecía estar molesta por algo pero no quería decírmelo, así que no insistí mucho. Le pregunté a su amiga, llamémosla Betty que me dijo que María tenía miedo de involucrarse y no volver a verme.

Dos años después, fui a pasar las vacaciones en Río de Janeiro con mi familia y luego planeé asistir a un festival en Florianópolis. Cuando hablé con María, me dijo que estaría en una playa cercana de vacaciones con amigos y me preguntó si quería verla. Decidí ir.

En ese momento, yo estaba en una relación y ella también, pero no lo revelamos. Nos encontramos, y fue mágico, una química que nunca había experimentado antes. no podía dejar de pensar en María y estos días. Le declaré mi amor, y ella correspondió. Aproximadamente un mes después, terminamos nuestras relaciones y decidimos estar juntos.

Ahí fue donde comenzaron los desacuerdos. En ese momento, éramos estudiantes universitarios. Yo tenía 24 años, y ella 21. En ese momento, no tenía los recursos económicos para estar con María, así que decidí trabajar duro para que sucediera.

Sin embargo, como quería estar con ella pero no tenía el dinero para reunirnos, pensé que teníamos una especie de relación abierta, donde podíamos ver a otras personas pero sin involucrarnos seriamente. Pero María no pensaba lo mismo.

Después de unos meses, María descubrió que había estado con otra persona y se enfadó mucho conmigo, especialmente porque ella estaba planeando visitarme en unos cuatro meses.

Me disculpé y ella lo aceptó parcialmente. Nos encontramos en enero del año siguiente (2011), estuvimos juntos durante aproximadamente un mes, y fue increíble de nuevo. Nunca me había sentido tan feliz en mi vida; disfrutamos de la playa, las fiestas, las fogatas, todo lo que se podía hacer en una ciudad costera. Pero llegó el día de regresar y no sabía cuándo podría ver a María nuevamente.

En ese momento, mi antigua idea de una relación abierta persistía. Lo veía como una despedida de soltero hasta que pudiera estar con María para siempre. Después de todo, estábamos a 5000 km de distancia, y no sabía cuándo volvería a verla.

Meses después, una chica, llamémosla Mónica, me envió un mensaje en Facebook queriendo conocerse, a lo que respondí positivamente. Pero ese encuentro nunca sucedió porque aunque sentía que podría estar con otras personas, nunca tomaba la iniciativa, así que nunca la llamé y creo que ella estaba esperando que me pusiera en contacto.

Como María tenía mi contraseña de Facebook, aproximadamente dos meses después, leyó los mensajes y vio mi traición con Mónica. En ese punto, María reconoció que nunca habíamos tenido una relación formal y que esto no funcionaría para ella. Quedé desesperado y María comenzó a ser fría conmigo.

Aproximadamente un mes después de la ruptura, María apareció con un nuevo novio, lo llamaremos de Daniel. Me sentí terrible y quería arreglar las cosas, pero no había vuelta atrás. Aproximadamente un mes después, recibí una buena suma de dinero por trabajo y decidí visitar a María para tratar de arreglar las cosas. Ella me dijo que no fuera, pero siendo terco, insistí, ya que estaba seguro de que si nos encontrábamos en persona nos entenderíamos.

Fui a la ciudad de María, pero al llegar y enviar un mensaje, ella me escribió que no quería verme. Respeté su decisión y después de esperar tres días sin contacto, me di por vencido y me fui.

Regresé sintiéndome destruido, como la peor persona del mundo. ¿Cómo pude haber sido tan estúpido con la persona que era el amor de mi vida? Me ahogué en alcohol durante unos tres meses, fallé en el examen para convertirme en abogado y mi mundo se derrumbó.

Después de fallar el examen, fui a casa de mi tía y lloré sin parar durante seis horas. Las lágrimas se secaron. Fue una experiencia rara, como si alguien hubiera muerto. Pero después de eso, entendí que mi vida tenía que seguir, con o sin María.

Los meses siguientes fueron difíciles: concentrarme era difícil, trabajar era difícil, estudiar era difícil, porque todos mis planes y esfuerzos estaban dirigidos a estar con María en el futuro, y eso ya no era posible.

Con el tiempo, las cosas empezaron a encajar; conocí a nuevas personas, pasé el Examen, me convertí en abogado y comencé a trabajar.

Pero persistía un vacío: nunca me sentí tan solo. Nada tenía sentido ya, y todos mis planes futuros tuvieron que ser rehechos. Vivía día a día, involucrándome en algunas relaciones cortas, pero nada tenía sentido.

Durante este tiempo, María, que anteriormente me había bloqueado en todas las redes sociales, comenzó a agregarme de nuevo y ocasionalmente (1 vez al año) me preguntaba cómo estaba. Nunca le dije nada más porque ella seguía con Daniel y parecía que todo iba bien entre ellos.

Una de las cosas que más me dolió fue perderme su graduación universitaria y verla celebrar con Daniel cuando debería haber sido yo, así como ella se perdió la mía, y todo lo que podía pensar era en cuánto la quería allí. Soñaba mucho con compartir esos momentos con ella. Me dolió mucho.

En 2014, María me escribió disculpándose por todo lo que había pasado y dijo que estaba viajando a una ciudad cerca a 700 km de la mía. Pero, obviamente, no viajaría allí, ya fuera por orgullo herido o porque ella nunca me invitó.

De vez en cuando, un amigo me decía que había hablado con María por redes sociales. Algunas publicaciones raras aparecían en sus redes sociales, relacionados con extrañar a alguien, querer que las cosas fueran diferentes. Pero nunca me dijo nada directamente.

Durante este tiempo, empecé una relación y al principio fui a Argentina de nuevo para visitar a mi madre. María se enteró de que estaba allí y me escribió, queriendo encontrarse. Pero mi orgullo habló más fuerte porque, en mi mente, había viajado 5000 km para verla, y no era justo que ella viajara una hora para encontrarse conmigo. Además, acababa de comenzar una nueva relación y no quería comenzarla con mal pie, ya que parecía que mi vida estaba empezando a seguir adelante.

Después de eso, pasaron cuatro años sin noticias de María, pero nunca la olvidé. Hasta que un día recibí un mensaje de un número de Argentina disculpándose por llamarme por error. Era María. Lo encontré extraño porque no había habido ninguna llamada, pero ella dijo que había marcado por accidente. Hablamos brevemente sobre cosas triviales, y eso fue todo.

En esa noche, María publicó en Instagram sobre situaciones que todavía dolían. Entendí que estaba dirigido a mí, así que me arriesgué y le dije que no tenía por qué doler. ¡Bingo! María dijo que inmediatamente comenzó a llorar, que nunca me había olvidado y lamentaba lo que me había hecho. Dije lo mismo.

Pero en ese momento, estaba en una relación y tenía mucho miedo de volver a pasar por todo ese dolor (creo que sufrí algún tipo de estrés postraumático).

Por otro lado, María me dijo que había terminado su relación debido a infidelidad de Daniel. Pero dijo que todavía vivían juntos, cada uno en su propio cuarto y que tenían un bufete de abogados, trabajando como socios.

Juró que ya no tenían ningún tipo de relación. Sin embargo, yo tenía mucho miedo de volver a involucrarme con María y revivir todos esos sentimientos, solo para que al final me dijera que solo me extrañaba y que fue agradable verme.

Acordamos vernos en enero de 2019 y todo volvió a surgir. Ella se disculpó, y yo lloré, reviviendo parte del dolor. Dijo que nunca me había olvidado y lamentaba sus decisiones. Nos conectamos de inmediato; se sentía como si nunca hubiéramos dejado de vernos.

Aunque todo salió bien, me sentí inseguro acerca de volver a estar juntos y ser descartado nuevamente. Por eso, me tomó mucho tiempo terminar mi relación, lo que se demuenstró un gran error.

Después de nuestro encuentro, mantuvimos contacto durante un año, con María siempre diciendo que quería estar conmigo y que no aceptaría ser la “otra” en mi vida. Por otro lado, yo quería estar con ella, pero el miedo a ser lastimado siempre estaba presente. Acordamos vernos una vez más y María me dijo que si quería seguir adelante con mi vida, lo entendería, pero que no estaba dispuesta a continuar la relación como estaba.

Aproximadamente un mes después de este segunda encuentro, finalmente reuní el corage para terminar mi relación de seis años. Al mismo tiempo, María se mudó a su propio departamento y quería tener más contacto conmigo, como hacer llamadas y cosas así, lo que no era posible porque no tuve el valor de admitir la verdadera razón de la ruptura con mi exnovia y solo le dije que ya no era feliz.

Sin embargo, debido a situaciones familiares complejas (su familia, la pandemia y contracto de alquiler), seguiría viviendo con mi exnovia durante unos cuatro meses después de la ruptura.

Por eso durante mi cumpleaños María intentó llamarme a felicitar por esa fecha. No pudo contestar ya que estaba en casa y mi exnovia estaba ahí. Ella se sentio muy mal con todo eso durante estos meses, porque aunque no estubiese en una relacción, todavia compartia el mismo departamento.

En el último mes de convivencia, María me envió un mensaje desesperada porque había hecho una copia de seguridad de los archivos de su teléfono en su computadora. Sin embargo, las computadoras estaban conectadas en red, y Daniel vio una foto que mostraba que habíamos estado juntos. Él la confrontó, diciendo que le mostraría la foto a mi exnovia.

Y eso fue lo que hizo. Esa noche, mi exnovia descubrió mi infidelidad. Me sentí muy avergonzado por un lado, pero por otro, sabía que me lo merecía. Lo único bueno fue que ahora ya no tenía que esconderme.

Después de todo este problema, María dejó la sociedad que tenía con Daniel y regresó a su ciudad natal, viviendo con sus padres.

Al fin del mes me mudé a mi nuevo apartamento y poco después, oficialmente comenzamos una relación, mientras esperaba que pasara la pandemia y se abrieran las fronteras.

Desafortunadamente, como todos sabemos, tomó alrededor de tres vuelos cancelados/reprogramados y un año y seis meses para que se abrieran las fronteras.

Durante ese tiempo, cometí un error, y ahí es donde comienzan los problemas actuales.

Como siempre sacaba a pasear a mi perra, solo interactuaba con vecinos que tenían perros. Durante uno de estos encuentros, seguí encontrándome con una vecina. Hasta que un día apareció con otra mujer, a quien pensé que era su pareja (ya que ya habían otras dos parejas de lesbianas).

Después de unos dos encuentros, hablamos, y descubrí que solo eran compañeras de piso. Me preguntaron si vivía solo lo que confirmé.

Esa noche (viernes), llamaron a mi apartamento preguntando si quería hacer algo. Como nunca hacía nada, acepté. Aproximadamente una hora después, mientras bebíamos unas cervezas, me preguntaron si estaba soltero y les dije que tenía novia. Pude ver una reacción en sus rostros y pregunté por qué. Me dijeron que ambas estaban interesadas en mí.

Aquí es donde me equivoqué. En lugar de dejarlo así, me preguntaron si las encontraba atractivas, y dije que una de ellas lo era. La que dije que era atractiva, llamémosla Jane, comenzó a coquetear y yo le correspondí, pero no tuvimos ningun contacto inadecuado. Y así terminó la noche.

Después de que los efectos del alcohol desaparecieron, me di cuenta del lío que había hecho y decidí dejar claro que no estaba interesado. Al día siguiente (sábado), llamaron nuevamente y nos encontramos. Jane comenzó a coquetear de manera más agresiva, hasta el punto en que dije que no quería hacer esto, y en ese momento, ella lo respetó.

Sin embargo, al día siguiente (domingo), Jane vino a mi apartamento, esta vez sin llamar, con la excusa de que su compañera de cuarto necesitaba privacidad. Jane no hizo nada ese día, esperando alguna iniciativa de mi parte, lo cual no sucedió.

Al día siguiente, ella se disculpó por su comportamiento anterior, lo cual acepté, creyendo que había entendido los límites. Al final, me pidió si podíamos volver a encontrarnos la semana siguiente en su apartamento, lo cual acepté.

El día acordado, aparecí con un atuendo completamente poco interesante (similar a un pijama) para dejar en claro que no estaba tratando de impresionar o llamar la atención. Después de aproximadamente 2 horas, todos en el apartamento se fueron, y unos 10 minutos después, dije que me iría. En ese momento, Jane comenzó a coquetear agresivamente, queriendo llevar las cosas más lejos justo ahí. Le agradecí por la oferta, pero dije que no podía hacer eso y me fui.

Al día siguiente, Jane se disculpó nuevamente, parecía avergonzada, y dejó de contactarme.

Aproximadamente un mes y medio después sin cualquier contacto, me encontré con Jane en los pasillos y le pregunté si ella y su compañera de piso les gustaría tomar un café el viernes siguiente. En mi mente estupida, pensé que era posible crear una amistad ya que los límites habían sido aclarados y todos éramos de diferentes ciudades, con pocos amigos ahí. Ellas aceptaron con gusto la invitación.

El día acordado, preparé café y algunos bocadillos, hablamos, e intenté ser amable con ambas, pero Jane estaba claramente incómoda, y cerca de 2 horas después ambas se fueron.

Una semana después de esa última reunión, en octubre de 2021, pude visitar a María, pasando unos 15 días juntos. Conocí a sus padres, tíos y toda la familia. Fueron días increíbles.

Los problemas comenzaron cuando regresé, ya que recibí un mensaje de María preguntando quién era Jane. Inmediatamente le expliqué quién era, pero minimicé los hechos un poco para evitar problemas. Hizo las cosas peor.

De alguna manera, María siguió preguntando, y terminé contándole toda la verdad. Con cada nueva pieza de verdad extraída, María me presionaba más, pero no había nada más que revelar. Incluso le dije que podía preguntarle a Jane ella misma.

Le pregunté a Jane qué demonios estaba haciendo, y ella me dijo que no sabía absolutamente nada y se ofreció a aclarar todo si quería. Basándome en eso, creí que María había visto algún comentario o "me gusta" de Jane en una de mis fotos y había conjeturado por su cuenta.

Encuentré Maria al final de 2021 y pasamos las fiestas del fin de año juntos, donde todo ocurrió bien. Pero en los últimos días Maria se convertió un poco rara, y me mostró un perfil de Instagram que le había enviado un mensaje que decia: "no quieres saber más?" , en ese momento descubrí que Jane había creado un perfil falso y envenenado a María en mi contra.

A partir de ahí bloqueé a Jane en las redes sociales y corté cualquier tipo de comunicación.

El año 2022 fue muy complicado. María sufrió mucho, pensando que era un mentiroso infiel, y no sabía, y todavía no sé, cómo probar que estoy diciendo la verdad.

María vino a visitarme a mediados de año, fue un poco extraño, pero en general estuvimos bien. Al final de ese año, fui a visitar a María otra vez a pasar las fiestas de fin de año.

Un día, ella fue a trabajar y olvidó su teléfono en casa. Dado el reciente estrés de la desconfianza, decidí husmear en su teléfono. Vi varias cosas, pero nada que llamara mi atención.

Hasta que vi un día específico en el que María me dijo que iba a salir con una amiga, pero despues vi que había un grupo de chicos y chicas. En su conversación, la amiga de María, llamémosla Suzy, la invitaba a salir y mencionó que habría algunos chicos allí. Al final de la conversación, Suzy dijo: "Oh, pero no podrás ir ya que Brasil estará allí". María dijo que todavía no estaría y que si, podría irse. Este comentario claramente indica algo extraño. ¿Por qué no podría ir conmigo?

Pero lo peor estaba por venir. Buscando más en los mensajes, vi que después del episodio con Jane, María le dijo a Suzy que Daniel, se había comunicado con ella y que estaba muy deprimido.

María le dijo a Suzy que sus padres iban a viajar ese fin de semana y que iba a invitar a Daniel a su casa. Suzy cuestionó si esto era una represalia por mi supuesto romance con Jane, a lo que María respondió que no, que solo quería hablar. Pero claramente María estaba ansiosa por la respuesta de Daniel. Pero Daniel rechazó la invitación, lo que la hizo sentir muy triste por su falta de consideración. Suzy trató de consolarla diciéndole que le importaba, de lo contrario no le habría enviado ese mensaje.

También encontré otros dos mensajes de María a sus amigas hablando sobre Daniel, donde él la contactó para desearle un feliz cumpleaños. En los mensajes, ella estaba claramente triste con su comportamiento de actuar con indiferencia.

En ese momento, María regresó del trabajo, y yo estaba en shock. Logré disimular durante aproximadamente una hora, pero cuando fuimos a un bar, la confronté. Claramente, ella se puso a la defensiva, diciendo que había invadido su privacidad, tratando de obtener más información para entender cuánto sabía. Como estaba muy emocional, terminé revelando los puntos principales, y ella se irritó mucho conmigo.

La justificación de María para invitar a Daniel fue que quería aprovechar la oportunidad para liquidar algunos pagos. Lo cual, por supuesto, no creí. En cuanto al bar al que supuestamente no podía ir, me dijo que nunca le importaba quién iba, solo quería encontrarse con su amiga. Lo cual tampoco creí dado el contexto.

Allí estaba yo, en Argentina, sin saber qué hacer. Decidí salir a tomar aire y unas cervezas para reflexionar. Volví unas 2 horas después con María muy enojada, diciendo que era irresponsable y que incluso había llamado a Betty y a su esposo para que la acompañara, ya que estaba tan preocupada, haciéndome sentir culpable.

Al día siguiente, María me evitó, y cuando su madre habló conmigo, me emocioné y terminé contándole todo. Ella no sabía qué decir, trató de calmarme, pero por supuesto, al final, apoyó a su hija.

Me volví paranoico, tratando de descubrir más. Fue entonces cuando logré enviarme la conversación entre dos amigas de María, especialmente Betty, para entender el día que salí. No pude enviar la conversación de Suzy, su mejor amiga, porque era demasiado larga y tomaría demasiado tiempo que no tenía.

Esperaba encontrar alguna confesión o algo parecido entre el momento en que salí de la casa y cuando ella supuestamente llamó a Betty y a su esposo. Resultó ser una mentira, ya que solo hablaron por WhatsApp y Betty nunca fue a su casa. En la conversación no hubo ninguna confesión, solo enfado por la invasión de su privacidad y que pensaba en decirme que volviera a Brasil.

Días después, María descubrió que yo había guardado las conversaciones y volvimos a pelear feo. Ella me dio el tratamiento del silencio y no sabía cómo reaccionar. En ese momento, acorralado, pensé: "Ella tiene todas las razones para romper conmigo si quiere. Creo que siente vergüenza y no quiere admitir el error. ¿Quiero seguir con ella?"

Decidí interpretar todo este caos y la negativa de María a romper como una señal de lo que sentíamos el uno por el otro. Todos cometemos errores, y ciertamente no puedo señalar con el dedo. Pero obviamente, me volví más vigilante. Sin embargo, desde entonces, no he visto ningún comportamiento sospechoso por parte de María.

Pero las cosas siguieron mal entre nosotros, y quería resolver el problema de la distancia. Fue entonces cuando en marzo de 2023 decidí buscar un máster en la ciudad de María, al cual fui aceptado. Eran 7 meses en su ciudad, 5 meses en Alemania, y después volvería por otro año con ella.

Desde este máster, planeaba buscar trabajo y tratar de resolver el problema de la distancia entre nosotros. Fui a Argentina y en general, todo fue bien durante los primeros siete meses. Sin embargo, cuando fui a Alemania, me hice amigo de una estudiante china. Lo que inicialmente fue una relación positiva, ya que no hablaba nada de inglés y ella no tenía muchos amigos, pronto se convirtió en un problema.

Compartí todas mis interacciones con mis nuevos amigos, especialmente con la estudiante china que me estaba ayudando mucho a practicar inglés. Sin embargo, un día, esta colega, que ya conocía a todos mis compañeros de apartamento, vino de visita y entró en mi habitación sin tocar, justo cuando estaba hablando con María.

Mi vida se convirtió en un infierno después de eso porque María inmediatamente asumió que le estaba engañando y toda la confianza que teníamos se hizo añicos.

No importa cuánto traté de explicarle, nada funcionó: María no me creía. Para entonces, yo tampoco tenía muchos amigos, solo tres, así que continué mi contacto con la estudiante china, pero dejé de contarle a María para evitar más discusiones.

Más tarde, en un viaje a Berlín, donde fuimos a participar en un evento, en el autobús íbamos la estudiante china, otro estudiante argentino y yo. María me preguntó si había ido con la cinha y para no mentir y crear más problemas le confirmé. María empezó a acusarme de mentiroso y dijo que no podía confiar en mí. Le dije que no mentí, que simplemente no le contaba más porque siempre era motivo de discusiones. Terminé contándole de otra ocasión en la que viajé con otros dos amigos y la estudiante china, como una forma de demostrarle que estaría dispuesto a contarle todo, solo quería evitar discusiones, pero como ya estábamos peleando, le estaba diciendo.

No tenía nada que ocultar, sólo quería evitar más peleas. Es importante resaltar que en ese momento la estudiante china ya estaba de novio con un estudiante alemán, pero nada le importaba.

Nada pudo cambiar la mente de María, y ya no quería verme. No servía de nada intentar hablar. Para entonces, ella tenía boletos reservados con su madre para ir a Italia y visitar algunos países, un viaje al que se suponía que yo me uniría.

Empecé terapia para tratar de entender qué estaba pasando y qué podía hacer para mejorar esta situación, hasta que me di cuenta de que estaba cansada, y si María quería irse ya no pelearía más.

En ese momento cuando dejé de luchar, María dejó de pelear y decidimos encontrarnos en Nápoles y luego viajamos durante unos siete días entre Italia, París y Londres. Al final, María me pidió que no hablara más con la estudiante china, lo cual acepté ya que solo quedaban unos meses para que terminara el curso y no quería mas problemas.

Le expliqué la situación a la estudiante china y le dije que no podíamos ser amigos más, lo cual ella entendió. Mantuve esto durante unos dos meses más. Luego, María decidió mudarse a España y me preguntó si la acompañaría. Acepté, ya que la idea del máster siempre había sido estar con ella.

Actualmente estamos viviendo en España, y María, que anteriormente me criticaba por invadir su privacidad, estaba revisando mis mensajes de WhatsApp a través de mi tablet que usa para ver películas. Al revisar vio que había un grupo en el que estaban unos amigos y la estudiante china.

En este grupo, la china publicó una serie de fotos, una de ellas con mi maestro guía, de la cual le di un “me gusta”. María también encontró una llamada perdida de la china en marzo (dos meses después de que dejé de hablar con ella), una llamada que no recuerdo y tampoco la contesté.

El infierno volvió. Cualquier cosa que hago ahora es motivo de desconfianza para María. Primero fue este asunto, luego un comentario de una amiga (una amiga de más de 10 años que piensa que María me está manipulando. Yo no creo que sea el caso, para mi es mas inseguridad de María). Luego fue porque mencioné que una colega de la universidad no había envejecido (a quien besé hace 17 años) . Finalmente, se quejó de que estaba caminando con ella mientras escuchaba un podcast (no prestándole atención/ignorándola), de que no la respeto porque supuestamente miraba a otras mujeres en la calle.

En resumen, tenemos una boda programada en dos semanas (que necesito para sacar papeles y trabajar legalmente aquí). Ayer, me dijo que con las cosas como están, no va a funcionar, que algo necesita cambiar. Dije que estoy dispuesto a cambiar cosas que no alteren mi esencia, pero ella dijo que eso no es suficiente y que no cree que vaya a funcionar.

Cuando la pregunto qué necesita cambiar, no sabe cómo responder. Me dijo que no quiere ser responsable si dejo mi trabajo en Brasil (soy funcionario público). Le pregunté si quiere terminar la relación, y ella dice que no. Le sugerí que también comenzara la terapia asi como yo, pero ella piensa que no la necesita.

Por lo tanto, estoy en un callejón sin salida. Si alguien puede ofrecer un consejo sincero sobre qué debo hacer, estaré eternamente agradecido.


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