Me acusaron de manosear a una excompañera, pero nunca fue así

Cuando estaba en un colegio de monjas, tenía unos 15 años aproximadamente, mis compañeros eran unas ratas conmigo.
Los profesores sabían que sufría acoso pero no podían castigarlos porque éramos la única aula de mi generación (menos de 10 estudiantes para todo noveno año), al punto al que necesitaban que entraran nuevos estudiantes o cerraban nuestra generación.

En ese mismo periodo, tuve una novia y fue de las parejas con las que me llevé mejor.

La cuestión fue que un día fuimos a hacer educación física a un gimnasio ajeno al colegio. Ese día la había pasado bien en el gimnasio a excepción de lo que pasó cuando terminamos de entrenar.

Una excompañera (la supuesta víctima del abuso sexual), se había roto un tobillo o algo así. Entonces un excompañero la alzó y supuestamente la iba a cargar hasta que llegáramos a la institución educativa o algo así.

Cuando llegamos al colegio, me llamaron por los parlantes para que fuera a la dirección. Cuando llegué, mis amigas (los masculinos me acosaban) estaban esperándome en la oficina del orientador. Procedieron a explicarme que yo iba a ser sancionado por "manosear" a la excompañera.

Yo me había enojado porque sabía que eso era falso, y tuve que ver a mis excompañeros y a mi profesora guía juzgarme (esa mirada que te hace sentir que no perteneces ahí).

Dentro de mi enojo, tuve que intentar ser el adulto que nadie le dio la gana ser, tuve que emplear lógica para demostrar que no había sido yo, pero que tampoco vi quién fue.

Mientras empleaba lógica, todos admitieron que nadie vio quién (cómo es posible que si nadie sabía quién era entonces me metieron el muerto?).

Resulta que la única persona que dijo que fui yo fue justamente el excompañero que la iba a cargar hasta que llegáramos al colegio.
Ese excompañero era quien tenía sus manos más cerca de la excompañera, ella a mí de hecho me caía mal porque siempre me juzgó por cualquier cantidad de estupideces, nunca sentí atracción hacia ella…

Cuando regresé a mi aula, habían esparcido el rumor de que yo era un abusador sexual, me dejó mi pareja de aquel momento y mi papá dejó de confiar en mí.

Casi en la misma semana, el último día que asistí a mi clase me habían pedido mi teléfono unos excompañeros. Ellos me lo pidieron porque querían ver a mi hermana y a mi mamá que vivían en el extranjero. A mí me pareció un buen gesto ya que creí que por fin dejarían de acosarme y parecían tener interés en aceptarme al grupo.

Resulta que seis meses antes, yo me había salido de un colegio de sacerdotes (El Seminario) pero aún mantenía contacto con amigos de ese colegio.
En un grupo de Whatsapp al que aún pertenecía, habían quemado a alguien de una generación superior a la mía y nunca fui consciente de tener las fotos de ese tipo en mi teléfono (Whatsapp en aquellos tiempos descargaba todo y lo agregaba a la galería).

Me acosaron y dijeron que yo era un depravado, de hecho empezaron a molestar a la profesora de Hogar (todo esto sucedió en la clase de Hogar).
Yo le pedí a la profesora que por favor me ayudará a denunciarlos con mi orientador, y ella acertiva me dijo que me creía porque la mayoría en mi clase ni si quiera respetaban a los profesores por lo que le entendí ella me creía y me iba a ayudar.

Cuando regresé a mi casa, mi papá me dijo que me desconocía porque el orientador lo llamó y le dijo que yo le mostré mis desnudos a la profesora de Hogar, y que la misma profesora confirmó que fue así…

Yo le había pedido a mi papá que me llevara al día siguiente al MEP porque era suficiente y quería denunciar no solo a mis excompañeros pero incluso al personal de la institución educativa ya que nunca hicieron nada para impedir el acoso.

Mi papá me dijo que ese día, para él, yo había terminado noveno año y me dijo que me olvidara de estudiar.
El me dijo que no me iba a llevar al MEP.

Pasé más de 6 meses deprimido, no me podía levantar en las mañanas por lo triste que estaba. Huí de la casa de mi papá, y mis abuelos maternos me recogieron.

Me daba vergüenza despertar por breves momentos durante el día y ver que mi abuela opinaba que yo era un inútil y que no pude terminar noveno año.

Mi padre desde esa noche que me dijo eso, no volvió a confirmar lo que hizo. Hasta la fecha sigue diciendo que yo me salí voluntariamente y cuando le pregunta cualquier otra persona porqué no terminé noveno año el siempre dice que fui yo.
Pero si soy yo quien le pregunta si el recuerda muy bien lo que pasó, el me ignora. Me ha esquivado la conversación incluso cuando estamos felices.

Todos en mi familia piensan que soy un desastre, y mi padre tampoco quiso hacerse responsable.
Cada vez que toco el tema sobre noveno año, mi propia familia aún no me cree y dudan de mí porque es mi versión contra la de mi papá.

Consideré el suicidio, en más de una ocasión.

Mi madre cuando se enteró de mi estado emocional pidió que por favor me llevaran a ella a Estados Unidos.

Hice high school y la terminé. Nunca tuve los problemas que me pasaron en Costa Rica. Lloré el día que terminamos 12th grade ya que nunca procesé que no volvería a ver a mis amigos ni a mis profesores.

Regresé a Costa Rica y lo que más intento es no salir de mi casa, ya que ahora vivo en unos apartamentos muy populares.

Una vez me encontré a un excompañero de ese colegio en los apartamentos donde vivo. Ese día entendí que nunca iba a superar todo lo que sufrí.

Me gustaría saber cómo es que funciona que preescriban los delitos (tengo entendido que el plazo es de 10 años y que si la víctima era menor de edad, empezaba a correr apenas cumpliera mis 18 años).

Ahora comprendo que todo eso fue un delito, al menos la injuria / calumnia / difamación.

Olvidar no es una opción y nunca lo será hasta que se haga justicia.