Cuenten sus anécdotas laborales

Entré a hacer practicas en una empresa "de software", en general el ambiente era "acogedor". Las funciones: desarrollador web, ingeniero de IA y soporte técnico (como "actividad secundaria").

El soporte se hacía a un software de telefonía que utilizan algunos call center de reconocidas empresas y universidades en Colombia, por lo que la solución a los tickets debía ser YA aunque llegase la noche sin poderlo resolver. No, esas horas extras y nocturnas nunca las pagaban, pero el ambiente era "acogedor".

Me gustaban los proyectos de desarrollo en los que participaba, pero el tiempo no daba, por lo que comencé a quedarme colgado, en especial porque eran distintos proyectos, algunos con frameworks como Angular, otros con React, cosas con python, otras con Java… Mi jefe habló conmigo al respecto y lo achacó a que "no sé organizar mi tiempo", procastinación e inmadurez (supongo que por ser el menor en la empresa) todo en un tono muy "acogedor".

Cuando me contrataron como Ing DevOps pensé que cambiaría la cosa pero no, todo fue soporte, así que para poder compensar la parte de desarrollo e IA tuve que empezar a trabajar hasta tarde en la noche, incluso algunos días tuve que seguir de largo, trabajar sábados incluso domingos, solo para intentar cumplir con las obligaciones.

Me sentía inútil porque la única cosa que siempre había disfrutado (tirar codigo y automatizar cosas) ahora la empezaba a ver como una tortura, ya no tenía vida social y apenas hablaba con mi familia.

En fin, la gota que derramó el vaso fue cuando en una reunión muy acogedora con mis compañeros salió el tema del salario, todos ganaban más de 3.2M COP, incluso los que entraron al mismo tiempo que yo. Yo era el que menos ganaba: 2M COP.

Me sentía tan cansado que quería tomarme un descanso pues ese ritmo era insostenible, así que en noviembre pedí mis vacaciones, las tomaría desde el 23 de diciembre hasta el 1 de enero, poco más que una semana.

Nunca respondieron a mi solicitud, en cambio el sábado 24 de diciembre del 2022, me citaron a una reunión online a las 9 a.m, me quitaron el acceso al office justo antes de iniciar la reunión y de una manera muy acogedora me notificaron que estaba despedido por no cumplir con las expectativas de la empresa. Para la hora del desayuno de ese día ya no tenía trabajo y rodeado de toda mi familia lo admito, me fui a un rincón a llorar como una magdalena.