Streak 1022: una reunión extraña

Temo que vayáis a pensar que soy mala persona después de esta historia, pero voy a contarla de todas formas para desahogarme un poco.

Uno de los proyectos grandes que manejo lo hago en colaboración con nuestra sucursal estadounidense. Digo en colaboración, pero en realidad no hacen mucho salvo asistir a las reuniones que organizo y enviar la factura al cliente. También tienen la responsabilidad de enviar presupuestos al cliente, aunque el contenido siempre tiene que venir de nosotros.

En la sucursal hay una persona que está encargada con este proyecto. Es la misma persona que ha seguido todas las reuniones desde el principio y que está en copia de cada correo electrónico que envío al cliente. A decir verdad, nunca me ha caído muy bien. Entre no ser capaz de convertir un documento Word en PDF y no saber cuándo callarse durante una reunión (ofendiendo al cliente o dándole demasiada información), creo que es bastante inepto.

A mediados de junio tuvimos una reunión con el cliente en la que también asistió él. Discutimos muchas cosas y definimos varias acciones, una de las cuales le asignamos a él. Tuvo que crear un presupuesto, pero yo iba a enviarle la lista de productos que debería contener. El mismo día compartí la acta con todos los asistentes y le envié esa lista.

Cuatro (!) semanas (y muchos recordatorios) más tarde, por fin envió el presupuesto al cliente. Obviamente no había incluido ningún tipo de explicación, a pesar de que se lo había preguntado explícitamente. El cliente respondió con varias preguntas al día siguiente y una vez más tardó más de dos semanas en replicar. Conozco bien los proyectos que tienen ahí, así que sé que no es que tengan mucho trabajo ni nada e incluso si fuera así, es su cliente más importante así que debería haber sido una prioridad.

El miércoles pasado el cliente le envió un correo electrónico para recordarle que todavía tenía esa tarea pendiente. Mi colega estadounidense respondió organizando una reunión para el día siguiente (jueves) conmigo y con varios colegas de aquí, además del cliente. No obstante, no había comunicado nada más. Para colmo de males, recibimos la invitación a las 21.30 de la noche, así que ninguno la había visto hasta el día de la reunión. Como ya tenía otra reunión importante antes de la suya, le había avisado de que era probable que llegara tarde. No era mi reunión ni tenia que presentar nada, así que no importara.

Como esperaba, la reunión que tenía anteriormente terminó tarde (como siempre, pero eso es otra historia). Con un retraso de más o menos 15 minutos me uní a la llamada y encontré un auténtico desastre. Como mis colegas no tenían ni idea de lo que habíamos ofrecido (porque la persona que había convocado la reunión no les había avisado ni informado y ni siquiera lo sabía él mismo) y como él no tomaba la delantera, reinaba el caos (aunque estaba intercalado con momentos muy incómodos en los que nadie dijera nada). Como ya estaba harto de su incompetencia y como, a decir verdad, sentía mucha rabia por él en ese momento, decidí no intervenir y simplemente disfrutar del espectáculo.

Sé que no fue un acto muy profesional por mi parte, pero no pude más. Además, como era un presupuesto que no tenía mucho que ver con el proyecto que manejo yo, no es que tuviera muchas repercusiones en mi trabajo. Es más, como tengo una relación estupenda con el cliente, estoy seguro de que puedo arreglarlo. Mis colegas todos fueron a quejarse de él a mi jefe, así que espero que por fin tomen medidas y que lo quiten del proyecto. Sé que suena bastante feo, pero os juro que he intentado muchas veces explicarle cómo hacer las cosas, cómo podría mejorar, etc.