De tanto leer sus capítulos de Marines me inspiró mucho a hacer uno :)

Es un capítulo de los Ángeles Sangrientos, pero combinado con ese lado de "hay que proteger a la humanidad" de los Salamandras y los Lamentadores.

Nombre de capítulo: Serafines Obsidiana

Grito de guerra: ¡Forjados en fuego, templados en sangre!

Fortaleza Monasterio: Lancea Ignis (Lanza de fuego. Nave espacial fortaleza monasterio móvil)

Semilla genética: De Sanguinius y Vulkan (Fundación Maldita)

Facción: Imperial

Estilo de combate: Asalto aéreo, corta distancia, cuerpo a cuerpo.

Señor del capítulo: Valerian Sephariel

Héroe del capítulo: Marius

Maestro de la Santidad: Allonsus Phawl

Bibliotecario jefe: Izayah

Tropas: Señor del Capitulo (Principado), Maestro de la Santidad (Arconte), Reclusiarca (Exarca), Capellán (Potestad), Judiciar (Asceta), Apotecario (Custodio de almas), Bibliotecario (Centinela de las verdades), Tecnomarine (Artífice de la llama), Héroe del Capítulo (Caballero Serafín).

Habilidades únicas: Rugido del Arcángel (rugido aturdidor y en el caso de ser psíquicos lanzan un haz de energía por la boca incluido, pero solo si tienen la sed roja. También, puede usarse a distancia).

Arsenal: Espada sierra, espada de poder, puño de poder, lanzallamas, mini bolter, pistola de plasma, retrorpropulsores, repulsores, poder psíquico.

Rasgos: al ser de la Fundación Maldita y ser una semilla quimérica, poseen rasgos de ambas legiones fundadoras. En este caso posee los ojos carmesíes de los Salamandras, sus colmillos retráctiles de los Ángeles Sangrientos, y en cuanto a su tonalidad de piel es de una tonalidad pálida similar al mármol. Lo curioso es que la tasa de conversión a la Rabia Negra es muy baja dada a la gran resistencia física y mental que poseen los Salamandras, aunque si bien, tristemente, algunos hermanos caen ante ella, son muchos los casos de los que vuelven de ese frenesí que de los que caen, así que no es muy usual la formación de las compañías de la muerte.

Costumbres: Crean, modifican, y reparan su propio armamento con una habilidad casi perfecta, digna de los tecnosacerdotes de Marte. También realizan duelos de entrenamiento, cantos ceremoniales, para fomentar la unidad entre miembros del capítulo, incluyendo ritos de purificación y meditación para controlar la Sed Roja y la Rabia Negra viéndolo más como una herramienta para proteger al Imperio que como una maldición. Al ser un capítulo de flota, tienen a su disposición siervos capitulares y su trato hacia ellos es bastante cercano, casi como iguales, asegurando que los miembros de la tripulación estén en las mejores condiciones posibles para sus campañas. Si bien no son enviados a combatir, reciben un entrenamiento bastante riguroso para la protección y defensa de su nave insignia, tanto en combate como médico.

Cuando uno de sus hermanos cae en combate, sea Marine o siervo, se realiza el ritual funerario la Última Luz, consiste en cremar al fallecido frente en la capilla de la nave donde se realizan cantos corales funerarios y sus cenizas son colocadas detrás de una gran vitrina juntos a los demás caídos con su nombre y un retrato hecho tanto por los siervos como por los mismos Marines.

Reclutamiento: Seleccionan de los mundos forja y mundos feudales a aquellos ciudadanos que presenten tanto un sentido del deber, sacrificio y honor para proteger al indefenso, como una destreza en la fabricación de armamento, equipamiento y trabajo con los metales. Aparecen junto al Potestad (Capellán) y dos marines acompañados de dos siervos. Los ciudadanos al verlos sientes una peculiar inquietud debido a que no todos vieron a un ángel del Emperador en persona, ni mucho menos a tres, pero al acercarse a la gente, el Capellán, se quita su casco, dejando mostrar su de tez pálida y ojos carmesíes, diciéndole a los ciudadanos "No tengan miedo", generando en ellos cierto temor al ver figuras imponentes casi divinas, pero a la vez al oír su voz, genera cierta calidez y calma. Luego de elegir a los posibles candidatos realizan un banquete junto a las familias de los reclutas para que pasen sus últimos momentos antes de que comience su entrenamiento y renacimiento.

Entrenamiento: Los neófitos elegidos son enviados a planetas que se encuentren en condiciones extremas junto a un Potestad (Capellán) y un Asceta (Judiciar) , para luego comenzar el entrenamiento mediante combates rituales, que pueden varían desde duelos individuales con el Judiciar, hasta duelos entre reclutas, pruebas de resistencia frente a las inclemencias del clima y la fauna para desarrollar hasta el límite sus sentidos, también, una determinación inquebrantable ante sus posibles hermanos Serafines.

Transformación: Una vez selecto los nuevos reclutas se realizará la implementación de las semillas genéticas bajo la especialización de los Custodios de almas (Apotecarios), asegurando la correcta integración de los órganos Cuando ya hayan sido asimiladas, se realiza el Bautismo de Fuego que consiste en caminar a través de un corredor de llamas, simbolizando la resistencia, coraje y compromiso con el capítulo. Este fuego es controlado y no letal, pero intenso. Superar esta prueba demuestra su capacidad para soportar el dolor y el sacrificio. Terminado el bautismo, el Potestad (Capellán) les otorga un collar con una obsidiana tallada y bendita por el mismo que portarán durante toda su vida finalizando el rito de aceptación.

Aún me falta añadir las reliquias del capítulo, pero eso será más adelante