Tecnologia

Estudio advierte posible riesgo de deslizamiento en relleno Doña Juana; ¿qué dicen operador, interventor y Uaesp?


En 1997 se presentó un deslizamiento de grandes proporciones en el relleno Doña Juana que causó una emergencia sanitaria en Bogotá. Diez y ocho y 23 años después se volvieron a registrar dos nuevos eventos como ese, aunque de menores impactos.

Conforme a los criterios de

Ahora, otra vez se plantea la posibilidad de que se desplome parte de la gran masa de residuos sólidos que han sido depositados y compactados en ese terreno en el sur de la ciudad en los últimos años.

Un estudio académico realizado en 2023 por el geólogo Juan Diego Lozano, como parte de la maestría de geotécnica que hizo en la Universidad Nacional y cuyas conclusiones se conocieron recientemente, plantea que el fantasma de un deslizamiento no ha desaparecido del todo.

Pero, además, este diario conoció un documento que el Centro de Gerenciamiento de Residuos (CGR), el operador del relleno sanitario, radicó en marzo pasado ante la CAR Cundinamarca y que estaría reforzando la posibilidad del riesgo a futuro.

En dicho documento solicita autorización para ampliar un área, a fin de darle estabilidad al domo o montaña de basura donde se están disponiendo los residuos sólidos que producen Bogotá y siete municipios de la Sabana.

Cabe recordar que CGR recibió la concesión del relleno de Bogotá en 2010 y desde ese momento lo ha venido operando en medio de polémicas y dos largos litigios en tribunales de arbitramento con la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp), el organismo rector de los servicios de aseo, alumbrado público y cementerios distritales. Un laudo es de 2018 y le ordenó a CGR realizar unas actividades y construir la planta de tratamiento de lixiviados y el otro es de 2023 y obligó al Distrito a reconocerle 65.000 millones de pesos.

El relleno Doña Juana se encuentra dentro de un gran terreno de de 596 hectáreas.

Foto:CGR

El sitio en el que se vienen depositando los residuos, mediante el sistema de enterramiento, se encuentra en medio de dos montañas de basura, que funcionaron como vertimientos y fueron cerrados.

El operador recibió la concesión en 2010 y desde ese momento viene realizando la disposición final en 42 hectáreas de un gran terreno (de 596 hectáreas) que lleva el mismo nombre del relleno.

Esa firma estará allí hasta cuando se cumpla la cota de 2.999 metros sobre el nivel del mar y proceda el cierre definitivo, que ya no se cumplió en 2022, ni este año, sino que ahora, de acuerdo con el operador, la Uaesp y la interventoría, se proyecta para junio de 2026.

Hoy, a Doña Juan llegan todos los días un promedio de 6.000 toneladas de residuos sólidos. En total son un poco más de 2 millones de toneladas al año, con una composición de un 57 por ciento de material orgánico.

Qué dice la investigación académica sobre la estabilidad el domo del relleno sanitario

La investigación académica del geólogo Juan Diego Lozano indica que “hay una probabilidad mediana de deslizamiento” en la zona norte del domo o montaña que tiene millones de toneladas de basura.

La época en la que se inició la investigación académica fue posterior al deslizamiento ocurrido en abril de 2020 y la metodológica utilizada para estimar la probabilidad de riesgo es la que usa el Servicio Geológico Colombiano (SGC) para el mismo fin en el país.

Dicho estudio plantea que las características de los residuos producidos en la ciudad, con mayor cantidad de materia orgánica que sólidos, son parte de la causa.

Al relleno sanitario Doña Juana llegan al día alrededor de 6.000 toneladas de residuos sólidos.

Foto:CGR

Al descomponerse esa materia se generan gases y lixiviados y en ese proceso se producen altas temperaturas y presiones dentro de la gran masa de residuos que pueden afectar las chimeneas (tubos) por donde se extraen los gases y los lixiviados.

Y si bien esos ductos son en polietileno, un material resistente, se pueden afectar o incluso romper y perder la continuidad que deben tener. De hecho, recuerda Lozano, en el deslizamiento de 2015 fue uno de los factores que se presentaron.

En el documento también se señala que otra causa del riesgo es la altura del domo, que para el momento del estudio tenía cerca de 80 metros y que ha seguido subiendo y con ella la pendiente.

Ante esa situación, la investigación sugiere que las chimeneas sean en concreto, como en los rellenos de Sao Paulo y Río de Janeiro, que reciben mucha más basura que el de Bogotá.

Operador CGR propone prolongar la pendiente del domo del relleno Doña Juana.

Foto:Infografía EL TIEMPO

Responde el operador del relleno sanitario Doña Juana

Contrario a lo que indica la investigación académica, el operador del relleno sanitario señala que la zona donde realizan la disposición de residuos es estable y que después del evento de 2020 se ampliaron las redes de alerta temprana y de extracción forzada (de lixiviados y gases).

Con corte a junio pasado, el factor de seguridad era de 1.7, superior al mínimo permitido para los rellenos y que, según CGR, es de 1.2.

Igualmente, el operador considera que la recomendación de chimeneas de concreto es inviable, porque –afirma- son muy rígidas. Insiste en que es mejor de polietileno de alta densidad, como las que tiene en Doña Juana.

El área concesionada al operador CGR Doña Juana es de 42 hectáreas para la disposición de los residuos sólidos.

Foto:CGR

Carlos Vega, asesor técnico de CGR y quien tiene experiencia en el manejo de rellenos sanitarios en diferentes países, entre ellos Canadá, agrega que además hacen monitoreos permanentes de las presiones dentro del domo, a través de una red de piezómetros.

“El relleno es muy instrumentalizado. Tiene 350 piezómetros de hilo vibrátil que permiten tener información en tiempo real”, asegura Vega.

En la misma línea, Andrea Pérez, gerente de CGR, explica que, no obstante, para garantizar la estabilidad después del cierre definitivo del relleno -que se espera para 2026- se debe prolongar la pendiente del domo.

Este es, preciso, el objeto de la solicitud que el operador de Doña Juana le hizo a la CAR el 12 de marzo pasado y que es evaluada por la autoridad ambiental.

En dicho documento piden que les permitan realizar el llenado de la pendiente como un contrapeso. Al respecto, la CAR señala que está revisando la solicitud y que al tiempo hay en trámite una nueva licencia ambiental radicada por la Uaesp para un terreno diferente.

Aunque para expertos consultados por este diario la pendiente prolongada, como propone el operador, le daría mayor estabilidad al domo, eso supera el área concesionada por la CAR, pues abarcaría cerca de 17 hectáreas. Además, se necesitarían entre 3,5 y 4 millones de toneladas de tierra o de residuos sólidos adicionales para rellenar ese espacio.

Al relleno sanitario Doña Juana llegan los residuos sólidos producidos por Bogotá y siete municipios.

Foto:CGR

El parte de tranquilidad que da la interventoría y la Uaesp

La Unión Temporal Inter DJ, a cargo de la interventoría de la operación de Doña Juana, afirma en un documento que “se puede dar un parte de tranquilidad en materia de estabilidad” y desvirtúa la investigación del geólogo señalando que “nunca cuantificó el riesgo” y “no sigue los lineamientos de la metodología propuesta por el SGC-Unal para el cálculo del riesgo”.

Agrega que “las metodologías de análisis empleadas han sido aplicadas en Doña Juana por más de dos décadas y tienen sustento técnico basado en la experiencia propia obtenida en el mismo relleno (…)”, señala la unión temporal en respuesta al estudio.

Coinciden con el operador en que “la estabilidad actual es alta” y que hay un sistema de piezómetros que permite hacerles seguimiento a las presiones dentro de la masa de basura y realizar las acciones y actividades necesarias

En conversación con EL TIEMPO, funcionarios de la Uaesp y de la interventoría indicaron que el estudio académico del geólogo Juan Diego Lozano se hizo en un momento diferente del relleno (con información de 2023) al actual y que no hay conexión entre las secciones analizadas con el contrapeso propuesto por CGR.

Coinciden con el operador en que “la estabilidad actual es alta” y que hay un sistema de piezómetros que permite hacerles seguimiento a las presiones dentro de la masa de basura y realizar las acciones y actividades necesarias si se presenta algún cambio.

No consideran que se necesite prolongar la pendiente del domo -como propone CGR- y recuerdan que la actual obedece a los diseños autorizados en la licencia ambiental, y que, si bien ese contrapeso puede ser “un sistema redundante”, es reemplazado con el fortalecimiento de la evacuación de lixiviados, la mejora en la colocación de drenes de berma y de filtros intermedios”.

Pero más allá del debate sobre la probabilidad hoy o en el futuro de un deslizamiento en el relleno, lo cierto es que en la historia de Doña Juana ya se han presentado tres eventos (1997, 2015 y 2020) que han dejado a la ciudad en emergencia sanitaria.

GUILLERMO REINOSO RODRÍGUEZ

Editor de Bogotá

En X: @guirei24

Más noticias de Bogotá





Source link

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button