Wingle emerge como una aplicación innovadora que promete transformar la experiencia de viajar en un avión
Imagine embarcarse en un vuelo de larga distancia rodeado de desconocidos, cada uno inmerso en su propio mundo, ya sea viendo una película, leyendo un libro o durmiendo. Ahora, imagine esa experiencia solitaria en una oportunidad vibrante para conocer personas, establecer conexiones profesionales e incluso formar amistades. Esta visión audaz es lo que ha inspirado a Íñigo Merino y a Pol Quintana a crear Wingle, una aplicación revolucionaria diseñada para conectar a los pasajeros de avión durante los vuelos.
Íñigo y Pol, uno madrileño de adopción y otro catalán, se conocieron en Dubái en 2019 mientras trabajaban en distintas áreas: Pol en arquitectura tecnológica e Íñigo como consultor estratégico. A pesar de que sus caminos se separaron cuando Íñigo regresó a España, mantuvieron el contacto y años después, encontraron el momento adecuado para materializar una idea que habían estado gestando: Wingle.
Y es que a finales de 2020, mientras Íñigo estaba volviendo a España, comenzó a reflexionar sobre una oportunidad perdida: el tiempo muerto durante los vuelos. “Me di cuenta de que había mucho tiempo desperdiciado en los vuelos, tiempo que podría ser utilizado para conocer a otros pasajeros”, explica Merino. “Quería encontrar una manera de aprovechar ese tiempo”, añade.
Más tarde, cuando volvieron a encontrarse, acordaron que era el momento adecuado para lanzarse a la aventura con el proyecto de Wingle, pero, esta vez algo hizo click y empezaron a hablar más en serio, por lo que en octubre de 2023 se plantearon dejar sus trabajos y volcarse por completo en el proyecto de la aplicación.
“Nuestros perfiles son absolutamente complementarios. Mientras que yo vengo del mundo empresarial, Pol tiene el dominio de la parte tecnológica. Eso ha sido clave para el desarrollo de la aplicación”, explica Íñigo. Según los creadores, la misión de Wingle es transformar la experiencia de volar, haciendo que sea más divertida: “Estamos en un contexto en el que el vuelo se ha convertido en la peor parte de la experiencia de viaje. Asientos estrechos, poco espacio entre filas, todo de pago a bordo, retrasos… Pero no debería ser así. Los vuelos son el lugar donde todo empieza, el momento donde te pones en marcha hacia tu destino y el inicio de la aventura”, explican a GRAN MADRID. “Son un momento ideal para generar conexiones humanas”, cuentan los dos socios y amigos.
La magia del funcionamiento de esta aplicación es que los usuarios pueden conectarse y chatear sin estar vinculados a una red: “Wingle opera sin internet, por lo que podemos funcionar en cualquier avión y aerolínea”.
Esta innovadora aplicación se lanzó el 1 de julio y el feedback de los usuarios desde entonces está siendo más que positivo según cuentan Merino y Quintero: “La gente está viendo el potencial que tiene en vuelos para conocer a gente con quien descubrir un nuevo destino, para juntar grupos, para ligar, pero también para que grupos de gente que viajan juntos pero están sentados en distintas filas puedan seguir hablando durante todo el vuelo”.
Uno de los pilares de Wingle es asegurar la privacidad y la seguridad de los usuarios: “En la aplicación nunca verás la foto de la otra persona con la que estás hablando desde un inicio. Para ver la foto de perfil, tendrás que darle permiso y ellos lo tendrán que autorizar”, explicó Pol. “Además, los chats se borran automáticamente una vez que el avión aterriza, sin guardar las conversaciones”, añade.
Wingle ha sido camino de muchos aprendizajes para ellos: “El momento del 1 de julio, cuando activamos la app y vimos el contador de descargas empezar a crecer, fue un subidón de adrenalina total”, recordaron los dos amigos. Ahora, con la aplicación ya en el mercado, Íñigo y Pol están enfocados en seguir mejorando la experiencia de los usuarios y expandir el alcance de Wingle en el mundo de los viajes para transformarlos por completo.
