Apple y Google propondrán en las próximas semanas renovar sus respectivos relojes inteligentes con novedades que, pese a no representar un salto espectacular respecto a lo ya conocido, aportarán un considerable avance en cuestiones de diseño, fiabilidad, conectividad, batería, Inteligencia Artificial y salud. Sobre esto última, la próxima generación de Apple Watch se plantea la medición de la presión arterial y la detección de los indicadores de riesgo relacionados con la apnea del sueño, un trastorno que interrumpe momentáneamente la respiración y cuya prevención puede resultar decisivo en todas las ocasiones.
La nueva versión del Apple Watch, que coincide con el décimo cumpleaños de la criatura, podría incorporar pantallas más grandes y menor grosor que los modelos actuales básicos. Los estrategas de Cupertino se han percatado del éxito del formato Apple Watch Ultra y planean incorporar ese mayor tamaño en la versión Apple Watch, de 1,93 pulgadas. El mercado también espera una mayor autonomía energética de la batería y un nuevo procesador para trasladar las ventajas de la Inteligencia Artificial también al dispositivo de muñeca. Eso significa que Siri ganará en eficacia y versatilidad para consolidarse en un equipo mucho más ambicioso y capaz que un simple asistente personal.
Lo que no parece tan claro es que la próxima generación de relojes incorporen funcionalidades de salud como la detección de la apnea del sueño (por problemas de patentes) o la medición de la presión arterial, esto último por problemas de fiabilidad. A su vez, la medición de la glucosa de la sangre podría enriquecer las prestaciones de los nuevos Apple Watch, aunque ni el propio Mark Gurman, el prestigioso especialista en la información sobre Apple de la agencia Bloomberg se atreve a darlo por hecho.
En todos los casos, Apple deja claro que el monitoreo de la información por reemplazar la actividad del médico, al tiempo que recalca que la información proporcionada por el reloj debe interpretarse con cautela. Es decir, en ningún caso la lectura de los datos del Apple Watch podrá sustituir sistemas tradicionales de medición de la presión arterial mediante brazaletes.
Mejor conectividad en Pixel Watch 3
Por su parte, la próxima versión del reloj inteligente de Google, Pixel Watch 3, llegará al mercado con dos avances técnicos que marcarán el camino al resto de los dispositivos de su especie: la conectividad de WiFi de 5 GHz, con el doble de velocidad y la mitad de interferencias que el tradicional de 2,5 GHz, y con la tecnología de la banda ultra ancha (UWB), una conectividad de mayor alcance que el bluetooth y de gran utilidad para localizar con absoluta precisión la ubicación del móvil que ha despistado en el hogar o en la oficina (pero siempre en entornos de corto alcance), así como para las funciones de desbloqueo del smartphone mediante el reloj.
La nueva criatura de la familia Pixel promete llegar al mercado estadounidense el próximo 13 de agosto con formatos de pantalla de 41 y 45 milímetros, idénticos a los del año pasado, pero con una mayor batería y con prestaciones heredadas de Fitbit en materia de salud y bienestar. También se espera la compatibilidad con el sistema operativo Android 15, facilitado con la incorporación del procesador Tensor G4.
