Leo, un niño de 10 años con una enfermedad rara al que la inteligencia artificial ha cambiado la vida
Leo tiene 10 años y padece la enfermedad denominada como Piel de Mariposa. En su día a día en la unidad San Juan de Dios de Sevilla cuenta con un nuevo aliado, el asistente robotizado de inteligencia artificial ‘Juande’. Un nuevo ‘amigo’ con el que trabaja su día a día.
Es un niño con una gran personalidad que no duda en agarrar el micrófono con soltura para saludar a Espejo Público. Debido a su enfermedad tiene continuas heridas en su piel y va perdiendo movilidad. Para poder frenar esta patología tiene que hacer ejercicios y ‘Juande’ se ha convertido en su entrenador personal preferido.
Con el asistente de inteligencia artificial simula rutinas diarias como lavarse los dientes o hacer la compra
Juntos simulan hacer la compra y otra serie de rutinas diarias como lavarse los dientes o las manos. Debido a las heridas que tiene su propia piel le impide que crezca. Lo primero que hace cuando se levante es someterse a las curas de tronco para arriba. Unos cuidados diarios que lleva a cabo su madre. Reconoce que le cuesta mucho curar a Leo porque le duelen esas curas.
El niño está encantado de poder contar con este robot que es una herramienta más en su recuperación. Cinco robots como estos se han implantado en la orden de San Juan de Dios para hacerle la vida más fácil a pacientes como Leo.
“El robot va escaneando el cuerpo y los movimientos del niño que tiene delante”
Rocío Carrasco es la coordinadora de atención temprana de esta unidad. Cuenta que este es un proyecto que está en el centro desde 2019. La inteligencia artificial se ha integrado en los centros como una herramienta para tomar medida de la evolución motora de los niños. Los facultativos se han dado cuenta de que los beneficios del juego con ‘Juande’ no están limitados a una sola patología. El robot va escaneando el cuerpo y los movimientos del niño que tiene delante.
Los niños ven en ‘Juande’ a un aliado para bailar y jugar y lo que el profesional recibe son todos esos movimientos y tiempo de respuesta del niño para poder comparar esos datos con los de otras sesiones. Emocionalmente el robot también es una gran ayuda y consigue hacer bailar a Leo lleno de motivación y ritmo.
