Más de una docena de las empresas más importantes del sector tecnológico de Estados Unidos han presentado informes sobre “factores de riesgo” a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) en los que indican que la inteligencia artificial (IA) podría amenazar las finanzas de las empresas.
Aunque no son infrecuentes, estos informes de riesgo esbozan el pensamiento interno cuando se trata de los posibles escollos de dedicar recursos y fondos al desarrollo de tecnologías nacientes como la IA.
Riesgos de la inteligencia artificial
Entre las empresas que han presentado advertencias, según un informe de Bloomberg, se encuentran Adobe, Dell, Google, Meta, Microsoft, Nvidia, Oracle, Palo Alto Networks, Uber y al menos algunas más.
Las advertencias, presentadas como informes de riesgo, tienen por objeto indemnizar a una empresa contra la culpabilidad legal por riesgos previsibles. Estos informes se presentan ante la SEC para garantizar que se ponen a disposición de los inversores.
Microsoft, por ejemplo, presentó un informe indicando que su desarrollo y uso de la IA la ponía en riesgo de ser demandada por infracción de derechos de autor. Adobe dijo que los nuevos productos de IA podrían amenazar la viabilidad de mercado de Photoshop y Meta advirtió de que sus herramientas de IA podrían utilizarse para generar información errónea.
¿Un modelo para las criptomonedas?
Puede que las luminarias de la gran tecnología estén advirtiendo a los inversores de que sus apuestas por la IA podrían no resultar rentables, pero eso no ha frenado las inversiones. Las acciones de IA -especialmente las de los líderes del mercado, Nvidia y Microsoft- han alcanzado máximos históricos y han dado lugar a las tres primeras empresas del mundo valoradas en un billón de dólares.
En el mundo de las criptomonedas también hemos visto máximos en 2024. Muchos de los repuntes del año se han producido en respuesta a las cucharadas de certidumbre regulatoria que el gobierno estadounidense ha repartido con moderación a lo largo del año. En el lado positivo, por ejemplo, en enero se aprobó el primer fondo cotizado al contado de Bitcoin del mundo.
Por desgracia, a juzgar por el tenor general de la comunidad de las criptomonedas en las redes sociales, no se ha avanzado tanto hacia la seguridad regulatoria en Estados Unidos como el sector hubiera deseado.
El cofundador de Ethereum, Vitalik Buterin, arremetió recientemente contra la falta de regulación y claridad en el sector de las criptomonedas en un post publicado en la plataforma de redes sociales descentralizadas Warpcast. Culpó de la aparición y prominencia de monedas “inútiles” con historias “vagas” a su creencia de que cuanto menos dicen los desarrolladores de una moneda sobre su producto, menos probable es que sea etiquetada como un valor.
Desde esta perspectiva, parecería como si los creadores del mundo de las criptomonedas estuvieran incentivados para no ser transparentes sobre la viabilidad de sus productos y servicios ni revelar ningún riesgo potencial para inversores y usuarios.
Por esta lógica, un sistema que trate a las organizaciones de criptomonedas y blockchain más como sus contemporáneos de grandes tecnologías podría resultar en una selección de los tipos de empresas de criptomonedas a las que Buterin se refiere como “inútiles”.
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