Se ha dicho que la fuente energética del futuro debe tener características tales como ser sostenible, libre de emisiones de gases de efecto invernadero y provenir de un proceso confiable. Todos estos atributos los reúne esta energía de color rojo que te presentamos. Veamos de qué se trata.
La energía de color rojo: posiblemente, la preferida en el futuro, aunque quizá no sea buena idea
Si hablamos de un combustible que proporciona una energía limpia y libre de emisiones de CO2, que es descarbonizante de distintos procesos y del sector movilidad, entonces estamos refiriéndonos al hidrógeno, en el cual empresas en todo el mundo están invirtiendo muchos recursos.
Puesto que se prevé que en unos seis o siete años será el que energice al mundo. Existen diferentes variantes de este gas, siendo una de ellas el hidrógeno rojo que se obtiene de una manera muy particular, lo que convierte la fuente generadora prácticamente en inagotable.
¿Qué es el hidrógeno rojo? Una fuente inagotable, futurista y también polémica
Este hidrógeno es muy buscado por todo el mundo y es un subproducto que de manera natural aparece en el proceso de donde se crea la energía nuclear en las grandes centrales. Esto lo hace inagotable, ya que es bien sabido que esta forma de energía tiene una duración de muchos años.
De acuerdo a GreenCars, la web especializada en todo lo relacionado con coches que usan tecnología verde, el país que tiene mayores inversiones en la tecnología del hidrógeno rojo es Japón, el cual lo ha asociado con la generación de electricidad.
Por lo que resulta interesante, ya que se fabrica combustible de un proceso que al mismo tiempo produce energía. De acuerdo a esto, este gas sería inagotable mientras sigan operando las centrales nucleares como generadoras de electricidad.
Sin embargo, aunque nuestro país tiene acceso a esta forma de producción de hidrógeno rojo, pronto será ilegal su uso. Puesto que está planteada la completa desnuclearización de todos los procesos, de manera paulatina, los próximos años por lo que no se producirá más esta energía roja.
Y es una lástima, porque este gas tiene usos presentes y futuros que lo harán un combustible indispensable. Igualmente está catalogado como el mejor elemento para la alimentación de los motores de coches de hidrógeno.
También tiene aplicaciones en el sector del transporte marítimo y aéreo, en las industrias básicas donde ya se cuentan con maquinarias que operan con este hidrógeno rojo. Incluso es un sustituto del gas natural.
Existen diferentes clases de hidrógeno: un «arcoíris» que indica si es o no renovable
En el mercado, hay distintas clases de hidrógeno que se clasifican por colores. Esta diferenciación se debe al tipo de proceso para obtenerlo. Por ejemplo, en España el más conocido es el hidrógeno verde que se consigue a través de un procedimiento llamado electrólisis.
Con este método se elimina mucho CO2, por lo que se le considera sostenible al ser una forma de evitar las emisiones. Su única desventaja es que es muy caro, pero ya se están haciendo investigaciones para abaratarlo.
Otras variantes de este gas es el hidrógeno blanco que se consigue, en forma natural, en el subsuelo y que exploraciones preliminares dicen que las reservas son inagotables. También está el hidrógeno azul cuyo origen es mediante la transformación del gas natural.
Los hidrógenos negros, grises y marrones son una versión menos sostenible ya que el proceso es más contaminante, puesto que se originan al explotar elementos como el lignito, el carbón y el gas natural, es decir, elementos «sucios» por el proceso.
Como habrás podido observar, el hidrógeno rojo es una forma de energía que por su elaboración es muy barata y por eso el mundo lo busca. Pero en España este proceso de obtenerlo es ilegal por la desnuclearización. Así que se debe optar por otro sustituto como el hidrógeno verde o blanco.
