En el último quinquenio, se ha observado un incremento brutal en la demanda de energía eléctrica. Tanto es así que algunos vaticinan que se podría producir un apagón global en este 2024, que devuelva a la humanidad a la Edad Media. Es por ello que se ha planificado una cumbre global.
La Inteligencia Artificial (IA): una bendición para la humanidad pero problemática desde el punto de vista energético
Indudablemente, la IA ha sido uno de los grandes avances tecnológicos de la humanidad. Todos nos hemos visto beneficiados, de una manera u otra, con sus atributos. Desde los sistemas financieros, académicos, investigativos y hasta recreacionales, pareciera presente en todos los ámbitos.
Sin embargo, también trae sus inconvenientes, como su insaciable exigencia de electricidad para la alimentación de los servidores en los centros de datos. Esta es enorme y va en continuo aumento por un factor de 10 cada seis meses, lo cual representa un crecimiento nunca visto.
El incremento en la demanda por la IA en números
Se estima que para el año 2030, la demanda de electricidad de los centros de cómputo de la IA crezca un 200 %. Pero expectativas más pesimistas dicen que este incremento de energía será de un 600 %. Este es un factor muy alto de exigencia energética que no puede seguir por siempre.
Tanto así, que algunos pronostican que este 2024 esta demanda eléctrica sobrepasará los índices de generación. Esta situación provocará un colapso en los sistemas de electricidad, que hará retroceder a la humanidad a la Edad Media por la incapacidad para satisfacerla.
En cifras, el año pasado en todo el planeta el consumo debido a los servidores de la Inteligencia Artificial estuvo por el orden de los casi 460 teravatios-hora. Esto implica poco más del 2 % de toda la electricidad que está en uso. Un valor inconmensurablemente alto.
Para que tengas una idea de la enormidad del problema, en el último informe de la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés) se predice que la demanda de electricidad para el 2026, por parte de los centros de datos de la IA, estará por encima de los 1.000 teravatios-hora.
Es decir, aproximadamente será equivalente a todo el consumo de Japón, con su alta escala de industrialización. Asimismo, si establecemos una comparación con las criptomonedas, que demandan una gran cantidad de energía eléctrica, el resultado no es nada halagüeño.
Puesto que se prevé que las criptomonedas tendrán un consumo, para el 2026, de alrededor de unos 160 TWh con un incremento sostenido anual del 40 % en energía. Estos números se quedan muy atrás del impacto esperado al sistema eléctrico por parte de la IA.
La gran pregunta es: ¿podrá la humanidad absorber sin problemas adicionales este incremento? ¿O se podrá, con los sistemas actuales, satisfacer este aumento? Para responder a ambas preguntas, hará falta una gran inversión en infraestructura eléctrica, pero el tiempo juega en contra.
La Cumbre Mundial convocada por la IEA
Aunque de manera tardía, la Agencia Internacional de Energía ha decidido tomar cartas en el asunto. Por lo que ha convocado una conferencia para el próximo 5 de diciembre en la ciudad de París, Francia. Se espera la asistencia de todos los países de los cinco continentes.
La misma llevará por nombre Primera Conferencia Global sobre Energía e Inteligencia Artificial. En ella se discutirán las medidas que se pudiese tomar la humanidad para enfrentar este brutal incremento en la demanda eléctrica. Incluyendo la propuesta de uso de la energía nuclear como posible solución.
En conclusión, si bien la IA es muy demandante energéticamente hablando, la solución no sería apagar esta tecnología. Que si bien pareciera aterradora, si se hace un uso adecuado de la misma, tiene muchos beneficios que aportar a la humanidad. Esperemos que se resuelva esta situación.
