Tecnologia

“Esa fascinación por la informática que tenemos los humanos”


Si tuviésemos una computadora perfecta, sin periféricos, que sólo necesitara pensar para activarse y que pudiera leer nuestros pensamientos y sensaciones, incluso los más sutiles, sería un avance increíble.

Imaginemos una pantalla que mostrara imágenes fluidas capaces de transmitir casi toda su información sin necesidad de activar ningún ícono.

Entonces, a esta máquina, tan bien mimetizada con cada uno de nosotros, sólo le restaría estar incorporada en nuestro cerebro para que dejáramos de notarla completamente.

Es precisamente eso lo que ocurre cuando “no notamos” el funcionamiento cotidiano, preciso y constante de nuestra computadora mental. Debido a la excelencia de nuestros procesos mentales, apenas podemos contemplarlos.

La fascinación por la informática no es otra cosa que la fascinación por las proyecciones de nosotros mismos en los medios tecnológicos. Frente a la depuración técnica y estética actual, los medios tecnológicos reemplazarían cada vez más lo interno.

Lo interno se eclipsaría, relegaría y negaría, cediendo así su valor y lugar. El hombre se reencontraría en el escenario tecnológico (tanto real como virtual) con lo perdido dentro de sí mismo.

Entonces nos maravillaríamos afuera, en la PC concretamente, de todo lo que no podemos ver en nuestro interior.

Las posibilidades o recursos mentales que poseemos son como herramientas informáticas que esperan ser activadas para procurarnos lo deseado.

Jorge Ballario / psicologo.ballario@gmail.com

El Ministerio de Seguridad de CABA “no funciona”

El Ministerio de Seguridad de CABA no responde el tiempo y forma los pedidos de información pública de la ciudadanía conforme a la Ley 104. La Secretaría de Seguridad de dicho ministerio no ha cumplido con la indicación que le dio el Órgano Garante de la Ley de Información Pública 104 respecto de publicar los protocolos policiales por Boletín Oficial y tener publicado un digesto de dichos protocolos en la web oficial.

La Defensoría de la Policía de la Ciudad, que fue puesta en funcionamiento en 2023, creada por el Art. 41 de la Ley 5.688, desapareció. Si un policía tiene que presentar una queja no puede, porque el ministerio no dice ni dónde funciona ni su horario, sólo informa que las personas que lo integraban no van más.

Parece que molesta esa dependencia y por eso la habrán sacado. Y nunca la integraron como debe ser, es decir, independiente de la Policia de la Ciudad. Los mensajes por correos electrónicos oficiales no los contestan los funcionarios de dicho ministerio. Y las comisarías que le dependen tampoco tienen los teléfonos fidedignos ni en la pagina de Internet oficial. Con esta mediocridad no se puede tener buena seguridad. Sólo aparecen los funcionarios cuando son las elecciones y después desaparecen.

Oscar Fernando Goyeneche / oscarf61@yahoo.com.ar

Un fallo potencia la corrupción en la causa Cuadernos

No es necesario ser jurista para entender que el fallo de la Cámara de Casación es un escándalo que potencia la corrupción en la causa Cuadernos que, según el Conicet perjudicó a los argentinos en US$ 36.000 millones. Porque después de confesar haber pagado 16 veces coimas a los funcionarios que adjudicaban las obras en playas de estacionamiento subterráneas y sin pedir recibos, el imputado Ángelo Calcaterra es beneficiado con la firma de tres jueces que dictaminan que en realidad no fueron coimas sino aportes para a las campañas electorales del kirchnerismo.

Este vergonzoso fallo, si no es modificado por la Corte, otorgará impunidad no sólo a Calcaterra y a los 159 imputados en la causa, sino a cualquier otra persona que en casos de corrupción podría argumentar el mismo inverosímil argumento.

Ricardo E. Frías / ricardoefrias@gmail.com

Más presión en el Congreso por la Ley Bases

Otra vez el Congreso presionado por manifestaciones con el objetivo de influir sobre las decisiones, esta vez de los diputados, con respecto a la sanción de una ley. Es bueno recordar el texto del artículo 22 de la Constitución: “El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste, comete delito de sedición.” Más claro, imposible.

Jorge Norberto Butera / jorgebutera05@gmail.com



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