Tecnologia

una mayor concentración ‘tech’ que con las puntocom


Nvidia lleva días cayendo con fuerza y desatando el pesimismo en Wall Street. Con un descenso del 13% en solo tres días desde que alcanzó sus máximos como la acción más valiosa del mundo, la tecnológica ha destruido ya un valor de 500.000 millones de dólares en ese tiempo, el equivalente al PIB de Bélgica o Irlanda. Este descenso ha hecho saltar todas las alarmas y diversos expertos ya están poniendo la voz en el cielo de un posible cansancio sobre las acciones tecnológicas, la clave fundamental que ha explicado el ascenso del S&P 500. Sin embargo, el consenso de los analistas coincide es que se trata de un bache en el camino y que la firma realmente sigue teniendo potencial, prueba de ello es el repunte de este martes del 4,9%. Sin embargo, esta última corrección ha puesto sobre la mesa el miedo que está contagiándose en el mercado: Nvidia se ha vuelto demasiado grande… y tarde o temprano los inversores pagarán el precio.

Desde 2023 hasta los máximos de junio de este año Nvidia llegó a avanzar más de un 800% en un rally histórico debido a la euforia en torno a la Inteligencia Artificial. Este llevó a que la semana pasada la firma se convirtiese en la más valiosa del mundo superando a Microsoft y Apple, al lograr entonces una capitalización totalmente récord de 3,34 billones de dólares. Es decir, solo un valor tenía mayor capitalización que toda la bolsa de París o la de Londres juntas.


Las últimas caídas no han alejado el ánimo de los inversores, que dan por hecho que la enorme tecnológica no solo tiene fuelle para seguir creciendo, sino que la corrección no cambia nada de este proceso. Jefferies ha mejorado su precio objetivo hasta los 150 dólares la acción (frente a los 118 actuales). En general el consenso de Bloomberg da por hecho que aún tiene un potencial avance de un 12,4% y un 90% de los que siguen la acción recomiendan la compra.


Sin embargo, hay algo que no se le escapa a ninguno, el techo llegará en algún momento y cuando esto ocurra, arrastrará a todo Wall Street, pues se ha convertido en un eslabón demasiado importante para todo el índice. Nvidia representa el 6,4% de todo el selectivo y expertos como Evercore creen que, con el paso de los años, si sigue la fiebre de la IA, podría alcanzar el 15%. De hecho, solo las subidas de esta empresa representan un tercio de todo que ha avanzado el S&P 500.


Y no es solo Nvidia, un selecto grupo de títulos conocido como las siete magníficas (Apple, Microsoft, Meta, Alphabet, Amazon, Tesla y la propia firma de chips ) ocupan el 30% de toda la ponderación del S&P 500, todas dedicadas a un área similar, el negocio tecnológico. De hecho este sector en el selectivo ha llegado a un récord al alcanzar el 44% de representación en el S&P 500, una cifra más alta que durante las burbuja de las puntocom.



“Los vendedores están entrando al mercado y los alcistas están bailando sobre el filo de una navaja”, explicaba Andrew Thrasher, analista técnico y gerente de cartera de Financial Enhancement Group, en declaraciones a Financial Times. “Ahora todo depende básicamente de Nvidia y Apple. No hará falta mucho para hacer caer este mercado“. El último informe de Morgan Stanley señalaba los peligros de una dependencia tan centrada en unos pocos valores. “En un horizonte de un mes, la amplitud es tan estrecha como lo era desde 1965”.


Por su parte desde Yardeni Research también reflejaban esta preocupación. “A medida que el S&P 500 ha ido subiendo a nuevos máximos en los últimos días, el porcentaje de empresas del S&P 500 que cotizan por encima de sus promedios en 200 días ha ido cayendo”, defendía Yardeni. “Eso podría indicar una corrección inminente, aunque en el pasado se han producido falsos positivos”.


“Una concentración extrema de los rendimientos ha generado que haya una mayor vulnerabilidad en el mercado”


Torsten Slok, economista en jefe de Apollo Research iban más allá en su último escrito, alegando que “Una concentración tan alta implica que si Nvidia sigue subiendo, entonces las cosas van bien”, escribió hace dos semanas . “Pero si comienza a bajar, entonces el S&P 500 se verá muy afectado“. El experto incidía en que veía “una concentración extrema de los rendimientos que hace que haya una mayor vulnerabilidad”.


Los analistas de Bespoke Finance, además señalan que estas subidas tecnológicas están demasiado centradas en las expectativas y señalan que la relación precio-ventas está en récord de diez veces, tras duplicarse en un año y superando las 8 veces de la burbuja de las puntocom. Las diez principales empresas “ya están más sobrevaloradas que las diez mayores durante la crisis de las puntocom”, sentenciaba Slok.


El futuro de Nvidia… y de Wall Street


En cualquier caso, los experto coinciden en el potencial que tiene Nvidia para seguir creciendo apoyada en unos resultados cada vez mejores gracias a la IA. En ese sentido el consenso de analistas esperan que, tras disparar 628% sus ganancias hasta los 14.880 millones de dólares en sus últimos resultados, su negocio no pare de crecer. Dan por hecho un beneficio neto ajustado de 32.210 millones de dólares para 2024, de 67.000 millones para 2025 y 90.000 para 2026. Todo esto con unos ingresos ya disparados de 60.000 millones de dólares actuales, volando hasta el entorno de entre 161.000 millones y 186.000 en cuestión de tres años.


Ni siquiera el camino hacia la rentabilidad de Nvidia garantizaría nuevas subidas. Firmas como Wells Fargo, una de las últimas en actualizar su previsión a unos ingresos de 169.000 millones de dólares para 2027 gracias al ‘boom’ de los centros de datos con IA, que para la firma serán la clave del éxito financiero de la firma. “Las oportunidades de mercado de Nvidia no paran de expandirse, con numerosos vientos de cola como la propia IA, la nube y el aumento de uso de semiconductores en todas las industrias por la digitalización” defendían desde Bloomberg Intelligence. “Su posición dominante le otorga un sustento sólido para abordar cada uno de estos frentes como líder de mercado”.


En ese sentido, en general, los analistas coinciden que las recientes caídas corresponden más a una pausa tras la conquista del primer puesto como mayor cotizada del mundo que a un giro en su realidad. Un momento en el que, tras alcanzar un importante hito, los inversores optan por recoger beneficios. Oppenheimer en su último informe hablaba de “un mercado alcista y sostenible pero con cierta recogida de ganancias”. Desde Deutsche Bank hablaban de “una pausa” en las acciones, liderada por el movimiento de Nvidia, más que un cambio real.




Sin embargo, algunos expertos ya están advirtiendo de que en el medio y largo plazo Nvidia se puede encontrar con la maldición de Tesla. Cuando la empresa liderada por Elon Musk era la gran sensación de Wall Street por el negocio futuro que iba a liderar (los coches eléctricos) la empresa estaba en pérdidas, estaba centrada en crecer y en posicionarse para un futuro mercado. Sin embargo, cuando el mercado llegó a un punto más maduro la firma automovilística se capitalizó este cambio con mejores rentabilidades… pero el éxito estaba descontado y surgieron otros problemas como nuevos competidores, menores márgenes… etc. Todo ello lastrándolo en el parqué.


David Trainer, fundador y director ejecutivo de la firma de investigación New Constructs defendía esta teoría. “Nvidia se enfrenta a la misma maldición que Tesla . Pero cuando Tesla se volvió rentable, muchos competidores ingresaron al espacio de los vehículos eléctricos, recortando márgenes y desacelerando las ventas. Lo mismo ocurrirá con Nvidia”.


“A pesar de las sólidas perspectivas a corto plazo, las acciones de Nvidia parecen vulnerables a una corrección significativa”


Respecto a los problemas que podrían aquejar a Nvidia en el futuro destaca China. Según Bank of America las ventas de centros de datos están disminuyendo en la región por los problemas de licencias con el gobierno de EEUU ante la creciente tensión. En ese sentido el banco estadounidense señala que “representa una quinta parte de sus ingresos totales” y podría “enfrentar riesgos adicionales”.


En ese sentido, el gigante de los chips estaría expuesta, dada su valoración a un susto bursátil que puede tener un eco en todo Wall Street. “A pesar de las sólidas perspectivas a corto plazo, las acciones de Nvidia parecen vulnerables a una corrección significativa debido a valoraciones infladas, tendencias de crecimiento insostenibles y un sentimiento más amplio del mercado”, defendía BofA.






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