Tecnologia

“Oxígeno económico”, control de la inmigración y seguridad


Desvela su hoja de ruta basada en el poder adquisitivo y la inseguridad en caso de ganar las legislativas del 30 y el 7 de julio

Jordan Bardella, presidente de Reagrupamiento Nacional, el partido de extrema derecha de Marine Le Pen y ganador de las últimas elecciones europeas, ha presentado este lunes el programa con el que quiere convencer a los franceses y convertirse, si las urnas lo avalan el 7 de julio, en primer ministro de Francia. Bajo un letrero que dice “La alternancia comienza” y durante hora y media, Bardella ha enumerado las medidas de su hoja de ruta, ya desveladas, y que giran en tres ejes: la recuperación del poder adquisitivo, “dar a los franceses oxígeno económico”, el control de la inmigración y “la vuelta del orden y la seguridad” a las calles y a las escuelas.

Bordella ha dicho que su opción es “la única alternativa creíble, responsable y capaz de reconducir el país”, frente a la de Emmanuel Macron, en el centro, y la del bloque de la izquierda (unidos en estas elecciones bajo las siglas Nuevo Frente Popular) liderado por La Francia Insumisa, partido de extrema izquierda de Jean Luc Mélenchon. Bordella ha dicho que RN es “la única alternativa capaz de evitar que la izquierda radical de Mélenchon pueda llegar a poder”.

Bardella, junto a Marine Le Pen. Christophe Ena

Francia ha entrado en la fase final de la campaña de las elecciones legislativas que se celebrarán este domingo 30 de junio y el 7 de julio. Se eligen 577 diputados y para tener una mayoría absoluta, se necesitan 289. El presidente francés, Emmanuel Macron, decidió convocar comicios anticipados tras el triunfo de la extrema derecha en las europeas del pasado 9 de junio. Bardella ha dicho que sólo aceptará ser primer ministro si consigue mayoría absoluta. Macron no la tiene en la Asamblea desde las elecciones legislativas de 2022, cuando la perdió.

Un plan en dos fases

La extrema derecha de Le Pen nunca ha estado tan cerca de llegar al poder. Bardella ha dicho que, si lo consigue, su plan se desarrollará en dos tiempos: “la gestión de las urgencias” y luego las reformas. En el primer plano, busca “dar oxígenos a los franceses”, frente a “la degradación de la situación presupuestaria del país y el déficit disparado”. Suspenderá la reforma de las pensiones aprobada por Macron hace año y medio, muy criticada y que elevaba la edad de jubilación. Esta volverá a estar en los 62 y a los 60 años para los empleos más duros.

Propone una derogación de la regla europea de fijación de precios de energía, para que haya un “precio francés”, aunque “no se trata de cuestionar el mercado europeo”. “Bajar las tasas, la derogación de la regla europea, permitirá dar oxígenos a nuestros compatriotas”. ha añadido. El bolsillo es el tema que más preocupa a los franceses a la hora de ir a votar.

El otro eje principal de Bardella es “el establecimiento del orden y la vuelta de la seguridad”. Como medidas concretas propone penas mínimas, sin la excusa de la minoría de edad, la suspensión de las ayudas a los padres de los hijos reincidentes. Frente a las situaciones de violencia que se han visto en las escuelas (agresiones a alumnos y amenazas a profesores), ha propuesto un “big bang de autoridad” en los centros desde el mes de septiembre, que incluirá el uniforme y la prohibición del teléfono móvil en todos los centros.

Habrá centros especiales para los alumnos “perturbadores” y la suspensión de las ayudas familiares a estos. El Gobierno actual ya ha propuesto medidas similares en este sentido.

Control de la inmigración

Otra de las prioridades es el control de la inmigración y de las fronteras, que “es una necesidad esencial. No es un tema que divide a los franceses, sino que les une”. Propone la supresión del “derecho de suelo”, que permite obtener la nacionalidad de manera automática en caso de tener padres franceses. Propone la expulsión inmediata de los extranjeros que cometan delitos y elevar el mínimo de ingresos necesarios para conseguir la reagrupación familiar.

“Soy el único candidato capaz de reconducir la inmigración”, frente a la izquierda, que propone “la aceleración de una inmigración masiva”. “Esto será una saturación de nuestros servicios públicos y aumentará el islamismo”, ha dicho Bardella.

En política exterior (ámbito que, en general, compete al presidente de la República) ha dicho que hablará “con el resto de jefes de Gobierno” de los países europeos, dice que respeta “la alianza francoalemana”, aunque ha matizado que hay cosas que le diferencian del canciller alemán, Olaf Scholz: “Voy a defender mis intereses, los de Francia, en la construcción europea”.

Guerra en Ucrania

Con respecto a la guerra de Ucrania y la implicación de Francia en el apoyo a Kiev, la línea roja es el envío de tropas al país, pero no se van a cuestionar “los compromisos de Francia” que ya hay. Se seguirá enviando ayuda, pero no material militar “que permita atacar ciudades rusas, pues sería una escalada”.

Rusia, ha dicho, “es una amenaza multidimensional, cuestiona los intereses franceses”, como “se ha visto en África (…) Estaré muy vigilante a las tentativas de inferencia” . En este sentido, ha dicho que habrá puestos estratégicos y sensibles que serán sólo para los franceses, no para los binacionales.

“No es cuestionar la doble nacionalidad, pero ¿se imagina a un francoruso trabajando en Defensa? (…) Hay puestos sensibles estratégicos ligados a la seguridad y a la defensa, que deben estar reservados a los franceses”. Ha añadido que estos binacionales “son una minoría”.

La extrema derecha de Le Pen nunca ha estado tan cerca de llegar al poder en Francia. Los sondeos le dan mayoría, aunque no absoluta (un 35% de apoyos). En los últimos años ha moderado mucho su discurso, hasta el punto de que ha logrado atraerse en estas elecciones el apoyo de parte de Los Republicanos, partido de derecha tradicional para los que unirse a Le Pen era una línea roja.

Bardella ha dicho que sólo aceptará ser primer ministro si consigue lograr la mayoría, y ha dejado claro que, en caso de ser nombrado primer ministro no será “un colaborador de Macron”. Éste, en una carta dirigida ayer a los franceses, ha dicho que no va a dimitir. Las elecciones presidenciales son en 2027. Si el partido de Le Pen logra sus objetivos, Francia se encontraría así en una situación de cohabitación: cuando el primer ministro es de distinto color político que el presidente de la República.



Source link

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button