Tecnologia

Cuál es el impacto real de la inteligencia artificial en el sector legal


El aterrizaje de esta nueva tecnología en los departamentos legales internos es una realidad, aunque todavía muy incipiente. Por el momento, la IA es una suerte de asistente que aligera las labores más pesadas de los letrados.

El sector legal siempre estudia meticulosamente la adopción de nuevas herramientas. En el caso de la inteligencia artificial (IA) no ha sido una excepción y más si tenemos en cuenta que muchos perciben que esta nueva herramienta puede generar ciertos peligros legales y, quizá, afectar a la información que manejan de sus clientes.

Sin embargo, muchas firmas, con el objetivo de mejorar su eficiencia y agilidad, han decidido dar un paso adelante y adoptar sistemas de IA, así como desarrollar modelos propios que les permite automatizar tareas como la facturación y la programación y proteger datos confidenciales de clientes. Todo lo anterior hace pensar que en el próximos años esta tecnología podría continuar el crecimiento exponencial -como lo ha hecho hasta ahora- y ganar más terreno en la industria legal.

El siguiente salto, de hecho, podría pasar, y ya ha empezado, por la utilización de la inteligencia artificial generativa (IAG), pero esta nueva cara de esta tecnología genera incógnitas sobre su aplicación correcta y posibles casos de uso. Para tratar de entender y hacer una suerte de radiografía de la situación actual, Ecija y Legal Operations Institute Studies (Lois) han realizado el informe La inteligencia artificial y su impacto en el sector legal. Herramientas prácticas de uso de la IA: la realidad.

Antes de adentrarse en los resultados obtenidos, Paul Handal, socio de legaltech de Ecija, destaca que ve la IAG como una herramienta transformadora en el ámbito legal, aunque su integración debe abordarse con meticulosidad y realismo. Este sistema, prosigue, “que incluye tecnologías capaces de producir textos y otros contenidos de manera autónoma, posee un potencial considerable para optimizar las operaciones en despachos y departamentos legales. Su aplicación puede abarcar desde la automatización de la redacción de contratos hasta la generación de minutas y escritos procesales, liberando así tiempo valioso de los abogados para que se concentren en tareas de mayor valor añadido como el asesoramiento estratégico y la toma de decisiones”.

Además, añade el experto, la capacidad de la IA para analizar grandes volúmenes de datos, “puede mejorar significativamente la extracción de datos clave de grandes cantidades de documentos y la evaluación de riesgos legales, lo cual es crítico en nuestra profesión”.

Por su parte, Eugenia Navarro, directora de Lois, destaca que “por primera vez, vemos como la tecnología forma parte de la hoja de ruta de los departamentos internos y hablan de tú a tú con las firmas legales. Sin duda, esto cambiará los modelos de relación entre abogados externos e internos, generando entornos colaborativos y sinergias que impulsarán aún más la evolución del sector legal”.

Una de las primeras conclusiones de la investigación es que, aunque la inteligencia artificial se está abriendo camino en los departamentos jurídicos internos, la IAG todavía no convence a todos. De hecho, sólo el 48% de las asesorías jurídicas de empresa la utilizan, frente a un 52% que todavía la mira expectante. A pesar de todo, sorprende la rápida adopción que esta tecnología, teniendo en cuenta que empezó a despegar en 2022. Por otro lado, algo que podría incrementar este porcentaje de adopción tiene que ver con los proveedores de este tipo de tecnología, que han apostado por hacerla lo más accesible posible.

Los que sí han dado el paso, utilizan ChatGPT (44%), Copilot (34%), Harvey (6%), Bard (3%) u otras (13%). Lo que resulta evidente es que las dos herramientas que ocupan el primer y segundo puesto -con una amplia distancia respecto al resto- son las más populares al haber sido las primeras en aparecer en el mercado, dándoles una clara ventaja sobre el resto de competidores.

Otro dato llamativo es que un 25% de los despachos de abogados ya está ofreciendo servicios con IAG a sus clientes, como los software de gestión del ciclo de vida de los contratos (CLM), en un 28% de los casos; o el asesoramiento legal y la gestión documental, en un 18% cada uno de ellos.

Ciertos límites

Aunque los expertos están convencidos del interés de contar con una herramienta como la inteligencia artificial, todos se muestran cautelosos frente a su implantación o ven un cierto límite a su rol dentro del sector legal. En este sentido, Navarro comenta que la implementación de sistemas de IAG “requiere de una inversión significativa en tecnología, capacitación y proyectos de gestión del cambio con expertos que ayuden a impulsar la adopción tecnológica. Además requerirá de mantenimiento continuo y actualizaciones para garantizar su eficiencia y seguridad. Es importante la captación y ser capaces de no dejar a nadie atrás en los equipos legales”.

La responsable de legaltech y gestión del conocimiento de Repsol, María Pedrosa, percibe claramente las bondades de esta tecnología y comenta que “las herramientas convencionales ofrecen modelos predictivos, pero no generativos, y esto supone dar un paso más allá y, aunque la supervisión de un abogado sea siempre necesaria, la IAG permite ahorrar tiempo, en nuestro caso en determinadas tareas más estandarizables y asimismo liberar tiempo de nuestros abogados para centrarse donde aportan más valor”.

Irene Martinez-Calcerrada, directora del departamento legal de coordinación de países y COO legal de Banco Santander, señala que en su empresa “si bien en estos momentos vemos que la inteligencia artificial no está totalmente madura, y creemos que es importante no dejar de lado las tecnologías maduras y testadas para distribuir el riesgo, intentamos realizar esfuerzos para conocer cómo evoluciona el mercado de IA en servicios legales, visitamos tecnologías nuevas y trabajamos en buscar casos de uso coherentes para destinar esfuerzos económicos de la manera más inteligente”.

El que se muestra más dubitativo sobre la consistencia de la inteligencia artificial generativa y su capacidad es José Luis Barceló, director de la asesoría jurídica de Ilunion, que considera que todo el despliegue que está por desarrollarse, “el que intuimos y el que está por venir, jamás podrá sustituir el trabajo esencial de los abogados que ponen en práctica competencias muy complejas y sofisticadas, asociadas a la inteligencia humana que es la verdadera inteligencia capaz de transcender, interpretar emociones, situaciones, analizar estrategias y tomar decisiones”.

Handal, por su parte, indica que contar con este tipo de tecnologías en los bufetes y asesorías legales “también conlleva desafíos significativos que deben ser cuidadosamente gestionados. La dependencia de algoritmos puede generar problemas relacionados con la privacidad de datos y de seguridad, así como cuestiones de sesgo algorítmico, especialmente preocupantes en el contexto legal donde la imparcialidad y la equidad son fundamentales”.

El socio de Ecija termina añadiendo que, a largo plazo, es optimista “sobre el papel de la IA en el sector legal, siempre y cuando se aborde con una estrategia bien fundamentada que priorice tanto la innovación tecnológica como la integridad profesional”.

Cambio laboral

En cuanto a cómo afectará la IA a los profesionales más jóvenes, el informe explica que un 44% piensa que cambiará el modelo de aprendizaje, un 35% que existirá nueva disponibilidad de empleo y un 32% apunta a la generación de nuevos estudios.

Ante esta misma cuestión, la directora de Lois deja una última reflexión sobre la automatización de tareas legales, que “puede llevar a pensar en la reducción de puestos de trabajo, pero seguro que se crean nuevas posiciones generando la reconversión y aparición de nuevas profesiones y nuevos modelos de prestación de servicios”.

José Luis Barceló

Director de la asesoría jurídica de Ilunion

“En la asesoría jurídica de Ilunion se están utilizando herramientas que emplean funcionalidades de inteligencia artificial (IA) en procesos que requieren la extracción de información de un gran volumen de documentos, con el fin de obtener información estructurada de las sociedades mercantiles del grupo, de los documentos notariales, de los contratos, o la gestión masiva de la documentación asociada a los procedimientos judiciales de las compañías. Tenemos en fase experimental algunos casos de uso con IA generativa. Es un hecho el que la IA permite gestionar de forma parametrizada procesos repetitivos asociados a la gestión documental. Venimos utilizándola desde el año 2017. Nos ha permitido eliminar tareas repetitivas, dar seguridad a los procesos y que los abogados puedan realizar funciones de mucho más valor añadido. Considero que está por determinar la amplia transformación que va a suponer la adopción de la IA en la función legal, en la que percibo que tendrá un gran potencial, como asistente en la realización de análisis legislativos y jurisprudenciales, por ejemplo”.

María Pedrosa

Responsable de ‘legaltech’ y gestión del conocimiento de Repsol

“La inteligencia artificial (IA) y la IA generativa (IAG) son una parte muy relevante de nuestro programa digital, ya que estamos convencidos de que esta tecnología, por el carácter enormemente disruptivo con el que cuenta, va a tener un enorme impacto en la sociedad en su conjunto y en el sector legal no va a ser menos. Esta herramienta puede ayudarnos en tareas de menor valor con el objetivo de ser más eficientes, en una profesión como la nuestra en la que el trabajo está basado en el lenguaje. La IAG es la primera tecnología capaz de procesar y entender el lenguaje y, por tanto, su potencial es y va a ser muy importante. Hace unos meses fuimos la primera asesoría jurídica de España en usar Harvey, la plataforma de IAG para la abogacía. Lo que buscamos fue que ésta pudiera ser un ‘asistente’ para nuestro equipo jurídico. La IAG especialista, aquella que resuelve casos concretos para los abogados, tenga o no ‘fine tunning’ jurídico (entrenada en derecho, o que solo hace tareas de búsqueda o traducción), considero que por el momento no va a poder automatizar tareas sin la intervención del abogado”.

Irene Martinez-Calcerrada

Directora del dep. legal de coordinación de países y ‘Legal COO’ de Banco Santander

“Nuestra asesoría jurídica se encuentra en un proceso de transformación digital en el que vemos absolutamente necesario incorporar la IA a nuestros procesos, de hecho, algunos equipos cuentan ya con ella. Para ello, no trabajamos de manera individualizada a nivel asesoría jurídica, sino que vamos muy de la mano del Grupo alineando la estrategia del área jurídica a la estrategia diseñada en el resto de áreas y en la compañía en general. Los principales objetivos que buscamos a la hora de implementar soluciones de IA consisten en generar eficiencias en nuestros procesos, agilizar ciertas funciones y reducir los riesgos operativos. Nos encontramos en las primeras fases de implementación de la inteligencia artificial, utilizando funcionalidades básicas centradas en la productividad, como ‘chatbots’ o asistentes virtuales. En etapas posteriores, creemos que las herramientas de IA evolucionarán hacia interfaces conversacionales que permitan detectar las intenciones de los usuarios, ser capaz de anticiparse a las necesidades de los profesionales y emitir recomendaciones personalizadas”.



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