OpenAI podría convertirse en una empresa con fines de lucro: ¿qué significa para ChatGPT?
Sam Altman, CEO de OpenAI, está evaluando la posibilidad de convertir a la empresa creadora de ChatGPT en una organización con ánimo de lucro, de acuerdo con un reporte de The Information. El cambio permitiría a la compañía obtener ganancias de forma ilimitada y facilitaría su posible salida a la bolsa.
OpenAI fue fundada en 2015 bajo un esquema non-profit para “promover y desarrollar una IA amigable que beneficie a toda la humanidad”. Tres años más tarde, adoptó un modelo de gobernanza híbrido. La startup se define como “una asociación entre nuestra organización original sin fines de lucro y una nueva rama con ganancias limitadas”. Los beneficios están sujetos a un control impuesto por el consejo directivo, el cual establece que cada inversionista puede recuperar su financiación multiplicada por 100, pero no por más.
El informe precisa que Altman comunicó a un grupo de inversionistas que estudia la forma de transformar a OpenAI en una corporación benéfica con fines de lucro. Las organizaciones que operan bajo esta estructura pretenden generar grandes utilidades para sus accionistas, al mismo tiempo que cumplen con rigurosos estándares de desempeño social y ambiental. Firmas como Anthropic y xAI emplean este tipo de marco legal corporativo.
Los términos del acuerdo entre Apple y OpenAI podrían resultar poco rentables a largo plazo para la empresa creadora de ChatGPT.
El cambio implicaría una transformación significativa en la operación, gestión y filosofía de la empresa. OpenAI tendría acceso a capital adicional mediante nuevas inversiones y más allá de los planes de suscripción que ahora ofrece. Esto le permitiría cubrir los elevados costos operativos de soluciones como ChatGPT y sus potentes modelos basados en inteligencia artificial (IA).
Dylan Patel, analista jefe de la consultora SemiAnalysis, dijo a The Information el año pasado que la operación del popular chatbot cuesta cerca de 700,000 dólares diarios. La cifra podría incrementarse de manera destacada tras los acuerdos de colaboración y licencia que ha cerrado con empresas como Apple y algunos conglomerados mediáticos. Los programas de investigación y desarrollo también se reforzarían con más recursos para garantizar la sostenibilidad del negocio a largo plazo.
La adopción de un modelo totalmente comercial podría abrir la puerta a una eventual oferta pública inicial de OpenAI y darle a Sam Altman la oportunidad de adquirir una participación en la organización. La corporación tiene una valoración privada de 86,000 millones de dólares y se ubica como una de las empresas tecnológicas no cotizadas más valiosas del mundo. Los expertos explican que con una salida a la bolsa el valor se dispararía a niveles destacados.
Las decisiones de OpenAI impactarán en el mercado
El éxito que ChatGPT alcanzó a finales de 2022 elevó el interés comercial alrededor de OpenAI. No obstante, la empresa ha sido señalada por supuestas omisiones de seguridad y ética en los procesos de producción y venta de sus modelos de IA. Algunos analistas sugieren que con la adopción de un modelo con fines de lucro, es posible que la organización se vea obligada a priorizar proyectos con mayor potencial comercial. Señalan que es posible que sus desarrollos sean menos accesibles para investigadores o instituciones educativas. Anticipan un aumento general en los precios de las soluciones de IA existentes en el mercado y un ritmo de innovación acelerado. Esto podría acrecentar los temores sobre los riesgos alrededor del uso de estos sistemas en ausencia de un marco regulatorio.
A finales abril, Elon Musk presentó una denuncia formal en contra de OpenAI y Sam Altman. Alegó que la creadora de ChatGPT abandonó su propósito original de desarrollar inteligencia artificial en beneficio de la humanidad para convertirse en “una filial de facto de código cerrado” de Microsoft.
OpenAI ha puesto en marcha una campaña que pretende restablecer la confianza en sus principios, operaciones y la seguridad de sus sistemas. En mayo, anunció la formación de un comité de seguridad dirigido por Sam Altman, Adam D’Angelo y Nicole Seligman, miembros de la junta directiva. Su función es realizar recomendaciones sobre “decisiones críticas” de protección y control para el desarrollo de nuevos proyectos.
Las discusiones sobre la posible reestructuración aún están en curso. The Information señala que la cúpula directiva está analizando la decisión desde diversas ópticas y aún no ha tomado una resolución final.
