Los lentes inteligentes Meta Ray-Ban Wayfarer son mejores que cualquier casco o gafas de realidad virtual

Las funciones inteligentes de los lentes no son evidentes de inmediato, así que puedo ponérmelos y salir en bicicleta a recoger a mis hijos del colegio con total normalidad. La única vez que alguien me vio de forma rara por usarlos fue cuando un amigo me saludó al pasar por delante de mi casa, y me quedé de pie como un bulto porque estaba escuchando el último episodio del podcast Every Single Album mientras regaba el jardín.

Adrienne So

En estos momentos, son mi par favorito de audífonos para entrenar, porque solo tengo que tomar un accesorio en lugar de dos cuando salgo por la puerta. Mis pobres orejas son los percheros de mi cabeza; ahora, en lugar de intentar enganchar los auriculares en el sombrero, el pelo y los lentes de sol, solo necesito ponerme estos. Como señaló Matt Kamen en su análisis de los smart glasses de Meta, los pequeños altavoces que se colocan sobre las orejas tienen una calidad de audio sorprendentemente buena. Se oyen lo bastante alto como para correr al aire libre en una ciudad promedio; los rasgueos de la mandolina en “Atlantic City” de The Band suenan claros y brillantes.

También es increíblemente cómodo recibir y hacer llamadas y escuchar mensajes de texto mientras corro sin tener que sacar el teléfono. Entiendo que mucha gente quiera desconectarse mientras se ejercita, pero yo dejo de hacer lo que esté realizando si recibo una llamada o un mensaje de mi pareja, mis hijos, el colegio o mis padres. No es difícil imaginar lo divertido que sería esto si pudiera hacer videollamadas mientras camino. No es muy posible que pase conmigo, dado que mi familia no usa WhatsApp ni Messenger, pero no está descartado.

Tomar una fotografía con los Meta Ray-Ban Wayfarer

A diferencia de la mayoría de los lentes inteligentes que he probado para WIRED, es muy fácil interactuar con estos. Es sencillo recordar los controles y están calibrados a la perfección. Pulsar el botón para tomar una foto se siente muy natural. Tocar los lentes para pausar o reiniciar el audio o para ajustar el volumen siempre funciona. El roce de mi pelo o sombrero nunca inician o detienen una canción accidentalmente.

La cámara también funciona bien, y me encanta la posibilidad de sacar rápidamente una foto de cualquier cosa que esté observando. Cuando no llevo los Metas, las echo de menos. Tengo tercerizado cerca del 80% de mi cerebro en el carrete de la cámara de mi teléfono, y cuando no consigo capturar un momento especial, de verdad siento que me lo pierdo, como la vez que corrí para asistir a la presentación musical de fin de curso de mi hija y fui la única madre que no lo grabó. Pero usar lentes inteligentes con una cámara incorporada alivia esa ansiedad. También es mucho más rápido y menos obvio grabar con los Metas que sacar un teléfono y sostenerlo en el aire. Esta capacidad de grabar discretamente el mundo que me rodea también puso nervioso a mi esposo. “¿No deberías preguntarles?”, me cuestiona cada vez que alguien se cruza accidentalmente delante de mí mientras estoy tomando una fotografía a escondidas. ¿Debería?

El factor de la IA en los Meta Ray-Ban Wayfarer

Pero el verdadero avance aquí es la inclusión del asistente de IA activado por voz de Meta. Es una tontería, pero cierto: lo que hizo que la inteligencia artificial me pareciera por fin útil fue encogerla e instalarla en mi cara.

Mientras observamos el auge de los gadgets de IA y los chatbots casi inteligentes, sigo sin tener claro qué se supone que debo hacer exactamente con todos ellos. Me gusta usar ChatGPT para averiguar qué aprovechar las sobras de comida, pero la mayor parte del tiempo no tengo dudas que una rápida búsqueda en Google en mi teléfono no logre contestar. Todo eso cambió cuando empecé a usar los Metas. En cuanto me puse unos lentes con control de voz, el mundo se llenó de preguntas, y yo quería las respuestas.

¿Cuánto costaba la casa de enfrente? La IA no pudo decírmelo, pero sí me aclaró que se tenía que volver a pavimentar la acera cercana a mi casa. Le pedí que identificara plantas y automóviles, e hizo un buen trabajo en ambos casos. Aunque quizá contribuya a ello el hecho de que en mi vecindario haya sobre todo vehículos característicos del tipo Subaru Forester y Dodge Challenger.