En los tiempos que corren, hay gente que tiene más presencia que otra en la red. Pero, ¿es posible realmente desaparecer de Internet sin dejar rastro? ¿Y qué sería necesario para conseguirlo?
Dependiendo de tus gustos, puede que disfrutes acaparando protagonismo en Internet: en redes sociales, blogs o incluso con tu propio canal de vídeos.
O, por el contrario, que por cuestiones de seguridad y privacidad procures mantener tu imagen lo más alejada posible de la red. Sin embargo, existe una gran pregunta: ¿es posible desaparecer por completo de Internet?
Se trata de una gran pregunta porque, en efecto, resulta difícil de responder. De primeras, lo más fácil decir que no, que no es factible algo así a día de hoy, porque no depende íntegramente de ti, No obstante, también es cierto que existen formas de intentarlo. Quizá no de lograrlo del todo… pero casi.
El problema de hacer desaparecer los datos
Desaparecer de Internet no es tan sencillo como cerrar tus cuentas y borrar tus datos. El principal problema radica en lo que suele llamarse la persistencia de los datos. Cuando compartes tu información, esta puede ser copiada, guardada y redistribuida a través de múltiples plataformas y servidores. Incluso si eliminas una publicación o una cuenta, es probable que existan copias en caché.
Sin ir más lejos, las empresas realizan copias de seguridad regulares de sus datos, que en ocasiones tienden a incluir información personal. Estos backups pueden mantenerse durante largos periodos, lo mismo que los motores de búsqueda almacenan versiones en caché de las páginas web. Quizá la información que elimines desapareciese definitivamente, pero llevaría tiempo.
Otro problema consiste en que los datos en Internet están habitualmente interconectados y son agregados por múltiples servicios. ¿Qué quiere decir esto? Pues que algunas empresas recopilan información de diversas fuentes y crean perfiles detallados sobre individuos. Estos datos pueden incluir historiales de compras o actividades varias, que permanecen, aunque decidas acabar con tus perfiles.
Por último, tampoco hay que olvidar que el hecho de que tú no compartas tu información, no quiere decir que otros lo hagan por ti, incluso sin maldad ninguna. ¿Quién te dice que un amigo no ha compartido una foto tuya en una red social? Por mucho que se intente, sería muy, muy difícil desaparecer por completo del todo de Internet.
¿Cómo desaparecer de Internet?
El proceso para desaparecer de Internet, en cambio, estaría bastante claro: empezando por eliminar permanentemente tus perfiles de redes sociales (todas, incluidas LinkedIn, Facebook o YouTube), eliminar tus cuentas de correo, y hacer lo propio con distintos negocios: Amazon, Netflix, Spotity, etcétera. Por supuesto, cancelando todo tipo de suscripciones activas que tuvieses.
En casos muy “pro”, también sería recomendable contactar con Google u otros motores búsqueda para solicitar no aparecer en ellos (suelen tener formularios para rellenar). Y también contactar con webmasters con el mismo fin. Además de asegurarte de no estar en sitios de gestión de datos y búsqueda de personas como Spokeo, Whitepages y PeopleFinder. Por último, deberías hacer un rastreo habitual.
¿Lograrías con todo esto desaparecer por completo de Internet? Probablemente no, pero desde luego sí pasarías más desapercibido, por así decirlo. La huella digital es complicada de borrar, pero quizá lo más difícil de todo pase por no tener control sobre lo que publican o no los demás.
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