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Soltec recurre al Estado para asegurar su salto internacional y aliviar el golpe de la crisis de las renovables en España


El negocio renovable está en horas bajas en España, donde la extrema volatilidad del precio de la luz, sin visos de estabilización, está golpeando a compañías que se habían hecho un hueco al calor del boom verde. Es el caso de Soltec, que hace días cerró un acuerdo con sus acreedores para ampliar in extremis el vencimiento de una deuda de 200 millones que había hecho saltar la alarma de su auditor, EY. Tras el balón de oxígeno de los bancos, la empresa prioriza desde hace días el diseño de un nuevo plan de negocio que convierta a Estados Unidos en su principal mercado, por encima de España, un salto exterior que espera asegurar con el apoyo del Estado.

Soltec se encuentra en negociaciones preliminares con Cesce, la compañía pública aseguradora, para obtener crédito a la exportación y blindar su nuevo plan estratégico, según distintas fuentes bancarias. A través de la institución, el Estado español podría asumir la responsabilidad última como garante de las operaciones comerciales de la empresa que dirige Raúl Morales, hasta el cobro de sus exportaciones por parte de sus clientes foráneos.

“Soltec está valorando las necesidades financieras asociadas al nuevo plan, que deberán servir para atender un backlog (cartera de proyectos ya firmados) de más de 600 millones de euros, así como el crecimiento esperado para los próximos años. La compañía está explorando las diferentes alternativas de las que dispone, incluyendo la financiación a la exportación a través de Cesce para el creciente número de proyectos de mayor volumen en el extranjero”, contextualizan a EL MUNDO fuentes oficiales de la empresa. Por su parte, el ente público asegurador no ha contestado a las preguntas de este medio.

La compañía ha aludido a los contactos con Cesce en las recientes negociaciones con sus acreedores, un pool bancario que lideran Santander y CaixaBank, pero que incluye a todas las grandes entidades del selectivo español. Soltec atraviesa una delicada situación económica. La empresa depende del crédito recientemente prorrogado para financiar su circulante, es decir, las necesidades inmediatas de su actividad, como el pago a proveedores, impuestos o nóminas.

Es por ello que el informe de EY mostró una “incertidumbre significativa” sobre su continuidad como empresa en funcionamiento antes del acuerdo con el pool bancario. Originalmente, el crédito vencía el 11 de febrero, pero la compañía logró alargar el plazo hasta el 31 de mayo. La segunda prórroga para su amortización ha fijado la fecha tope el 30 de noviembre de 2024.

Pero un nuevo plan significa más crédito y los acreedores habituales de Soltec no se han mostrado predispuestos en sus últimas conversaciones con la firma a financiar esa apuesta exterior, según distintas fuentes conocedoras. Las entidades españolas empiezan a mirar con lupa no sólo al fabricante murciano, sino cada proyecto renovable que llega a su mesa. Un eventual acuerdo con Cesce podría cambiar las cosas. “Al final es un seguro para los bancos y Soltec es una buena candidata a entrar en el programa de Cesce por su gran volumen de exportación”, apunta una fuente del sector financiero.

Objetivo Washington

La empresa murciana cerró 2023 con pérdidas netas de 23,4 millones de euros, impactada por una serie de factores que han dibujado una coyuntura muy complicada para las renovables en España.

Por un lado, el derrumbe de los precios de la electricidad amenaza la rentabilidad de las inversiones verdes. Por otro, las sucesivas prórrogas aprobadas por el Gobierno al cumplimiento de los hitos por parte de los promotores renovables está retrasando el calendario de los proyectos. Así, Soltec ha tenido que hacer frente a una relajación de los pedidos frente a las previsiones.

El principal negocio de Soltec es la fabricación de seguidores fotovoltaicos, como se conoce a los dispositivos que permiten orientar los paneles solares para perseguir el movimiento del sol y captar la mayor radiación posible. En definitiva, una tecnología clave para hacer más eficientes los proyectos fotovoltaicos. El grupo cuenta con 663 millones en pedidos firmados pendientes de ejecutar, en su mayoría, en el negocio de los seguidores solares, cuyo margen bruto alcanzó el 28% en 2023.

El objetivo de la compañía es doblar el peso de EEUU, hasta convertirlo en su primer mercado, aglutinando el 50% de las ventas, frente al 26% actual. Los incentivos a la industria verde de la Administración Biden han convertido al país en un destino preferente para el sector, un panorama que contrasta con los retrasos y la complejidad de las ayudas públicas en Europa.



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