Tecnologia

¿Burbuja en la inteligencia artificial?


La IA es el campo de la informática dedicado a crear sistemas que reproducen tareas que, desarrolladas por humanos, precisan de inteligencia. Lo que busca es simular capacidades cognitivas humanas en las máquinas. Ello permite que estas realicen tareas que antes necesitaban la intervención de un ser humano.

La automatización se ha acelerado considerablemente en todos los ámbitos de nuestra sociedad desde la pandemia y muchos de ellos incorporan apoyos con IA (sistemas financieros, logísticos, etc). Se puede decir que la IA no tiene aún un siglo de vida: en 1950 Alan Turing planteó la pregunta de si pueden pensar las máquinas en “Computing Machinery and Intelligence“, aunque se considera que el término Inteligencia Artificial se acuñó en una conferencia en 1956, en Dartmouth. Desde entonces, sus inicios teóricos, ha avanzado significativamente y se ha convertido en una tecnología esencial en el mundo moderno.


Sin embargo, es la IA Generativa la que está tirando del carro mediático, cuando en realidad hay múltiples tipos de IA ya instalados entre nosotros: por ejemplo en juegos, de hecho hay programas de todo tipo, Ajedrez, GO, que llevan desde los años 1950; en el reconocimiento de patrones, con programas OCR (Optical Character Recognition) y reconocimiento de voz que existen desde los años 1960; en robots industriales, incluidos los famosos Rovers de exploración espacial (desde los años 1960); para el diagnóstico Médico, en sistemas de análisis de radiografías y escáneres, o la IA Watson de IBM; en bolsa e inversiones; en los asistentes virtuales como Siri o Alexa; en sistemas de recomendación como los que utilizan Netflix o Spotify; y, por supuesto, las IAs generativas.


En el Informe de la Economía Digital 2024 de Adigital y BCG, que analiza datos de Eurostat, se detalla que en 2023 el 9,2% de las empresas españolas ya había incluido IA en su funcionamiento y, dentro de éstas, la IA generativa estaba en el 2,3% de las compañías. ¿Se puede considerar que existe una burbuja en el campo de la Inteligencia Artificial?


Cuando hablamos de una burbuja financiera nos referimos a una situación en la cual el precio de un activo se incrementa de manera insostenible debido a la especulación excesiva. Este aumento no está respaldado por los fundamentos económicos del activo, como sus ingresos futuros, valor intrínseco o utilidades. Por tanto, podemos decir que los elementos clave de una burbuja son tres: la especulación, el incremento rápido y sostenido de los precios, la alta participación de inversores y un precio del activo desvinculado de los fundamentos económicos clásicos como beneficios, ingresos o flujos de caja futuros. Algunas burbujas famosas son la de los Tulipanes, que se dice que fue la primera, la inmobiliaria de 2007 y la de las puntocom. ¿Aplican estos elementos clave a la situación actual de la IA?


El pistoletazo de salida de la IA generativa tuvo lugar en noviembre de 2022 con el lanzamiento de ChatGPT 3.5 de OpenAI. La inversión fue entonces de 125.000 millones de dólares y se calcula que al terminar 2024 se situará casi en un 50% más, 184.000 millones. El incremento rápido y sostenido de los precios se puede relacionar con la situación de la compañía Nvidia y sus productos. Nvidia es la empresa que fabrica los chips más potentes para equipar los modernos Centros de Proceso de Datos en los que se entrenan los algoritmos de las distintas IAs. Ello hace que los principales valores relacionados con la IA en bolsa o en cualquier método de valoración de empresas aumenten. El precio de los chips de Nvidia se ha incrementado a la par que su capacidad de proceso.


Se especula con que los nuevos modelos estarán entre los 30.000 y 40.000 dólares. Y hay lista de espera. Los inversores hacen cola para comprar estos chips (los productos) mientras el precio de las acciones de la compañía se ha multiplicado por tres en el último año y se ha desvinculado de los fundamentos económicos clásicos. Si tenemos en cuenta otras muchas inversiones que se están realizando en startups por parte del capital riesgo, podemos decir que los cuatro puntos anteriores están presentes en muchos de los casos.


Si comparamos la situación con la crisis de las empresas puntocom podemos decir que un gran número de ellas y de las inversiones que recibieron, desaparecieron, pero varios de los grandes jugadores son ahora algunas de las mayores empresas del mundo, como Amazon, Microsoft, Google y Meta; es decir, que se esfumó una gran cantidad de inversión, pero a la vez se consolidó ese mercado y esa tecnología.


Para que la expansión de la IA sea una realidad es necesario acometer enormes inversiones, también públicas. Solo así se podrán crear grandes Centros de Proceso de Datos con infraestructuras eléctricas y de comunicaciones, además de hídricas.


Eso sí, además de incrementar el valor de las compañías y de sus productos esta expansión tendrá un impacto en la sociedad. No hace falta explicar cómo han cambiado la vida de todos las puntocom.


Podemos asistir a un escenario muy similar al de las puntocom en el que, una vez pase el furor inversor y el hype social y mediático de la IA, lo que quedarán serán los productos y servicios asociados a ella. Creo que muchas, la gran mayoría de las iniciativas relacionadas con la IA fracasarán. Sin embargo, algunas permanecerán y serán los gigantes del futuro. Por tanto, habrá que saber elegir y apostar por jugadores contrastados porque el resto, la gran mayoría, desaparecerá. La posibilidad de tener participación en uno de los Amazon del futuro atrae, y mucho.






Source link

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Back to top button